
Una boda junto al mar
La localidad gaditana de Zahara de los Atunes fue testigo del emotivo enlace entre Claudia Jiménez, hija de la empresaria y ex Miss España Raquel Revuelta, y Vicente Benítez, su pareja desde la adolescencia.

La iglesia, un lugar simbólico para la novia
La ceremonia religiosa tuvo lugar en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, donde la pareja se dio el “sí, quiero” rodeada de más de 340 invitados, entre familiares, amigos y rostros conocidos del mundo empresarial y cultural andaluz.

Acompañada por sus hermanos
Uno de los momentos más conmovedores fue la entrada de la novia, visiblemente emocionada, acompañada por sus dos hermanos, Miguel Ángel y Nicolás, en homenaje a su padre fallecido en 2020, Miguel Ángel Jiménez, cuyas cenizas reposan en esta localidad.

Su padre, siempre presente
Claudia quiso tenerlo presente en todo momento, incluso llevando dos medallitas con su nombre colgadas de la muñeca.

Vestido de Victorio y Lucchino
El vestido de Claudia Jiménez fue una auténtica declaración de estilo: una fusión entre la elegancia andaluza, la modernidad minimalista y la emoción personal. Diseñado a medida por Victorio y Lucchino, el traje presentaba una silueta limpia de corte sirena, confeccionada en crepé blanco roto, con superposiciones de gasa cristal francesa y tul, que aportaban una textura etérea y un movimiento sutil al caminar.

Velo traslúcido
El diseño evitaba los volúmenes tradicionales, apostando por una caída natural y ligera, que realzaba la figura sin artificios. La parte trasera del vestido incorporaba una cola fluida y velo traslúcido de gran caída, que evocaba el romanticismo clásico sin perder frescura.

Escote discreto
El escote, discreto y estructurado, enmarcaba el rostro con delicadeza. Tras la ceremonia, el velo que cubría su cara en la entrada a la iglesia, caía en forma de chal, haciendo la función de mangas transparentes.

Recogido bajo
El peinado, un recogido pulido bajo, dejaba el rostro despejado, resaltando su maquillaje suave y luminoso. Como joyas, la novia llevó unos pendientes de brillantes y oro blanco. Y como joya emocional, Claudia llevó en la muñeca las dos medallitas con el nombre de su padre.

Un ramo muy personal
El ramo, en cascada con verdes silvestres, equilibraba la sobriedad del vestido con un aire natural y orgánico. En conjunto, el look transmitía una feminidad serena y contemporánea, demostrando que la sencillez bien ejecutada puede ser sinónimo de impacto.

El novio más espontáneo
El novio, Vicente Benítez, analista de inversión, protagonizó un momento simpático al adelantarse con un espontáneo “sí, quiero” antes de que el sacerdote terminara la pregunta, provocando risas entre los asistentes.

Elegante chaqué oscuro
Vicente Benítez apostó por la elegancia clásica en su gran día con un impecable chaqué en tono gris oscuro, chaleco beige sobre una camisa azul de cuello italiano. La corbata destacaba en tono burdeos. Para completar su estilismo, llevó un pañuelo blanco perfectamente doblado en el bolsillo de la chaqueta. Vicente entró en la iglesia acompañado por su madre, Beatriz Bachiller, que lució un elegante vestido con estampado de flores en tonos amarillo, naranja y blanco, acompañado de una larga capa en naranja, que usó durante la ceremonia.

Lluvia de pétalos
A la salida de la iglesia, los recién casados fueron recibidos por una lluvia de pétalos blancos y los aplausos de los más de 300 invitados que aguardaban en el exterior.

Besos y abrazos
Visiblemente emocionados, Claudia y Vicente se fundieron en un beso entre abrazos y sonrisas, mientras mostraban sus alianzas a los fotógrafos y familiares. La pareja, que se conoció en el colegio con apenas 17 años, irradiaba complicidad y felicidad, y no dudó en compartir gestos espontáneos y miradas cómplices.

Una banda sonora inesperada
La escena estuvo acompañada por la banda sonora de la película ‘Gladiator‘, una elección inesperada pero cargada de fuerza y simbolismo, que convirtió el momento en algo épico y profundamente personal.

Traslado a la fiesta
Tras la ceremonia, los recién casados y sus invitados se trasladaron al Trafalgar Polo Club, con vistas al mar, donde disfrutaron de un cóctel-cena y una fiesta que se prolongó hasta el amanecer. Los novios fueron en la parte trasera de un Land Rover descapotable.

Raquel Revuelta, madre y anfitriona
La presencia de Raquel Revuelta en la boda de su hija Claudia Jiménez fue tan elegante como emotiva. La ex Miss España y empresaria sevillana no solo ejerció de madre orgullosa, sino también de anfitriona impecable en un evento cargado de simbolismo familiar.

Emocionada
Para la ocasión, Raquel eligió un conjunto de tres piezas en color teja y seda, diseñado por José Luis Zambonino, uno de los creadores favoritos de la élite andaluza. Durante la ceremonia, Raquel se mostró visiblemente emocionada, especialmente en los momentos en que se recordó al padre de la novia, Miguel Ángel Jiménez, fallecido en 2020.

María José Suárez y Fiona Ferrer
La presencia de María José Suárez y Fiona Ferrer en la boda de Claudia Jiménez y Vicente Benítez fue todo un despliegue de estilo y complicidad. Ambas, amigas cercanas de Raquel Revuelta y su hija, no quisieron perderse el gran día y apostaron por looks florales que parecían casi coordinados, reflejando la tendencia estrella de la temporada: los estampados vivos y veraniegos.