La reina Letizia apostó por un estilismo diplomático y sobrio en su encuentro con el papa León XIV en Roma, con motivo del Día Mundial de la Alimentación 2025, reafirmando su compromiso institucional con una imagen cuidada, elegante y coherente con el contexto.
Durante su participación en los actos oficiales del Día Mundial de la Alimentación en la sede de la FAO en Roma, la reina Letizia lució un traje rojo de Carolina Herrera, compuesto por americana entallada y pantalón recto, que ya había llevado en otras ocasiones institucionales. El conjunto, de líneas limpias y corte estructurado, proyectó una imagen de autoridad serena y respeto institucional, adecuada para un acto de alto perfil diplomático.
La reina combinó el traje con una blusa blanca con lazada al cuello, aportando un toque clásico y femenino que suavizaba el impacto cromático del rojo. Este contraste reforzó la elegancia del conjunto y evocó el estilo tradicional de las audiencias vaticanas, sin caer en el exceso ni en la rigidez protocolaria.
En cuanto a los accesorios, Letizia optó por unos pendientes dorados de aro fino, discretos pero visibles, y unos salones nude de tacón medio, que alargaban la silueta sin restar sobriedad al conjunto. El maquillaje fue natural, con énfasis en la piel luminosa y los labios en tono rosado, mientras que el peinado —una melena suelta con ondas suaves— aportaba frescura y cercanía a su imagen.
El estilismo elegido por la reina se interpretó como una declaración visual de firmeza, respeto y compromiso ético, en línea con el mensaje que transmitió durante su intervención: “La dignidad del ser humano no es negociable”. La elección del rojo, color asociado a la acción, la energía y la defensa de causas sociales, reforzó el contenido de su discurso ante líderes internacionales y representantes religiosos.
Este encuentro con el papa León XIV, el primero en solitario desde el inicio de su pontificado, se enmarcó en una jornada marcada por la denuncia del hambre como arma de guerra y la reivindicación de políticas alimentarias centradas en la justicia y la sostenibilidad. El estilismo de Letizia acompañó ese tono institucional con coherencia estética y sobriedad diplomática.
