En el corazón gastronómico de Madrid ha nacido un concepto que redefine la experiencia de la parrilla asiática. Se llama KOTE y es mucho más que un restaurante: es un viaje sensorial a través del fuego, el sabor y la hospitalidad oriental. Detrás de esta innovadora propuesta se encuentra el chef Víctor Camargo, quien ha sabido unir la esencia castiza de la capital con la sofisticación panasiática en un formato tan original como irresistible: el primer bufet de parrilla coreana premium y de autor.
Una experiencia guiada por el sabor
KOTE invita a disfrutar sin prisas. Aquí, el cliente no se limita a pedir un plato: participa en una experiencia personalizada, donde los camareros cocinan en la mesa, guiando cada paso del proceso y ajustando los puntos de cocción, los aderezos o el orden de los sabores según el gusto de cada comensal. Este gesto, tan poco habitual en el panorama madrileño, convierte cada visita en una ceremonia culinaria que combina el arte de la parrilla con la delicadeza del servicio asiático.
La visión de Víctor Camargo
Camargo, conocido por su inquietud creativa y su talento para fusionar culturas, ha diseñado una propuesta que rinde homenaje a Asia sin renunciar a su raíz madrileña. En su carta conviven influencias japonesas, coreanas o tailandesas con guiños al recetario local, dando lugar a platos únicos que desafían cualquier etiqueta. En KOTE, el fuego es el hilo conductor, pero el alma es la diversidad.
Dos menús para explorarlo todo
La experiencia KOTE se presenta en dos formatos: el Menú Bufet Degustación (29,95 €) y el Menú Bufet 360 (39,95 €), este último con postre y cóctel incluidos. En ambos casos, los platos pueden repetirse tantas veces como se desee, en rondas de dos por persona, lo que permite descubrir y redescubrir cada sabor con calma. Esta estructura flexible hace que comer en KOTE sea una aventura distinta en cada visita, ideal tanto para los amantes de la carne como para quienes buscan nuevas sensaciones gastronómicas.
Los cortes más selectos
La calidad de la carne es uno de los pilares del restaurante. KOTE ofrece cortes premium seleccionados con precisión, pensados para resaltar en la parrilla y alcanzar su punto óptimo gracias al trabajo del camarero que cocina en mesa. La combinación de texturas, aromas y salsas —desde marinados coreanos hasta toques de pimienta o soja— multiplica las posibilidades, creando un equilibrio entre intensidad y sutileza que define la filosofía de la casa.
Acompañamientos con alma panasiática
Los acompañamientos, lejos de ser un simple complemento, desempeñan un papel fundamental. Arroz japonés, fideos fríos coreanos, tortillas de maíz, kimchi casero, setas al aglio e olio, coleslaw de lombarda, guacamole o parmentier con cinco especias llegan a la mesa nada más comenzar, como una antesala de sabores que preparan el paladar para la experiencia principal. Cada detalle está pensado para generar contraste, textura y ritmo en el menú.
Cócteles con firma de Diego Cabrera
KOTE ha querido elevar aún más su propuesta colaborando con Diego Cabrera, uno de los cocteleros más reconocidos del panorama internacional. Junto a él, el restaurante ha diseñado una carta exclusiva de cócteles de inspiración asiática, donde ingredientes como el jengibre, el sake o la flor de hibisco se combinan con técnicas de autor para ofrecer maridajes sorprendentes. Esta unión entre la parrilla y la coctelería convierte el ritual de comer en una experiencia completa y armoniosa.
Tradición y modernidad a fuego lento
El concepto de KOTE podría resumirse como una fusión entre tradición y modernidad. El respeto por la materia prima, la precisión en la técnica y la elegancia del servicio asiático conviven con una atmósfera cálida y contemporánea que refleja la personalidad de su creador. Camargo ha sabido construir un espacio donde el fuego no solo cocina, sino que conecta culturas y emociones.
Un destino gastronómico imprescindible
En una ciudad donde las tendencias cambian con rapidez, KOTE destaca por ofrecer algo verdaderamente nuevo: una parrilla de autor en formato bufet, sin límites, sin rigidez y con una atención cercana y profesional. Es un lugar donde cada comensal puede dejarse llevar por los aromas, las texturas y los matices, y donde la cocina se convierte en espectáculo.
El placer de dejarse guiar
KOTE no es un restaurante para comer deprisa. Es un espacio para disfrutar, para dejar que el tiempo se diluya entre las brasas y los aromas del oriente. Un rincón donde la cocina se vive en directo, donde el chef y el camarero son parte del viaje, y donde cada plato tiene una historia que contar.
