La actriz estadounidense Jennifer Aniston ha compartido públicamente uno de los capítulos más íntimos y dolorosos de su vida: su batalla de más de 20 años para convertirse en madre. En una entrevista reciente con la edición británica de Harper’s Bazaar, la protagonista de Friends desmintió con firmeza los rumores que durante décadas la señalaron como una mujer “egoísta” o “adicta al trabajo” por no haber tenido hijos.

Aniston reveló que durante años se sometió a tratamientos de fecundación in vitro (FIV), probó terapias naturales como tés chinos y exploró todas las opciones posibles para formar una familia. “Habría dado cualquier cosa si alguien me hubiese dicho: ‘Congela tus óvulos’”, confesó. Sin embargo, el tiempo pasó y la maternidad no llegó. “Ese barco ya zarpó”, lamentó, aunque aseguró no sentir arrepentimiento.
La actriz explicó que decidió hablar ahora porque ya no podía seguir soportando la narrativa pública que la retrataba como alguien que había renunciado voluntariamente a ser madre. “No sabían mi historia, ni lo que había pasado durante los últimos 20 años para intentar formar una familia. No es asunto de nadie, pero hay un momento en el que no se puede ignorar más”, afirmó.
Jennifer también reconoció que el escrutinio mediático le afectó profundamente, especialmente durante su matrimonio con Brad Pitt (2000–2005), cuando se especuló que él la había dejado por no querer tener hijos. “Fue una mentira absoluta”, declaró. Más tarde, mantuvo una relación de casi una década con Justin Theroux, que también estuvo marcada por rumores infundados sobre su maternidad.
A sus 56 años, Aniston asegura haber ganado perspectiva y serenidad. “Mi familia conoce mi verdad, mis amigos conocen mi verdad”, dijo, añadiendo que ya no siente la necesidad de corregir cada titular falso. Su testimonio ha sido recibido con respeto por parte de sus seguidores y ha abierto un espacio de reflexión sobre la presión social que enfrentan muchas mujeres respecto a la maternidad.