El rey Felipe VI ha dado inicio a su tradicional descanso estival en Mallorca, combinando su agenda institucional con una de sus grandes pasiones: la vela. Como cada año, el monarca participa activamente en la Copa del Rey Mapfre, una de las regatas más prestigiosas del Mediterráneo, a bordo del Aifos, el velero de la Armada Española con el que compite en la clase ORC 0.

Durante los primeros días de su estancia en la isla, Felipe VI ha sido visto en el Real Club Náutico de Palma, donde saludó a la tripulación y se mostró cercano y relajado. Vestido con el uniforme náutico —polo técnico blanco, bermudas grises y su característico reloj Bulgari Octo Ultranero—, el jefe del Estado se embarcó en el Aifos para participar en las jornadas de entrenamiento y en la primera regata oficial de la competición.
La edición número 43 de la Copa del Rey reúne a más de 130 embarcaciones de 24 países, con más de 1.700 regatistas, y este año destaca por la presencia de varias tripulaciones militares, incluida una femenina íntegra que compite en la Women’s Cup. El ambiente en el puerto ha sido distendido, con Felipe VI comportándose como un regatista más: incluso se descalzó para subir al velero y compartir maniobras con su equipo.

Además de su faceta deportiva, el monarca mantiene compromisos institucionales en la isla, como el tradicional despacho de verano con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Palacio de Marivent. La agenda oficial culminará con la ceremonia de entrega de premios el sábado 2 de agosto, presidida por el Rey, y la recepción a autoridades baleares el lunes 4.
La presencia de Felipe VI en Mallorca marca el inicio de las vacaciones de la Familia Real, que combina descanso, deporte y representación institucional en un entorno que ha sido parte de su historia desde la infancia del monarca.
