El Real Madrid ha iniciado una nueva etapa en su filial con el nombramiento de Álvaro Arbeloa como entrenador del Castilla. Tras seis temporadas de trabajo constante y sin recompensa en forma de salto al primer equipo, Raúl González deja su puesto y abre paso a otro exjugador blanco con profundo conocimiento de la cantera: Arbeloa, que desde 2022 venía dirigiendo al Juvenil A.
Este relevo no ha cogido a nadie por sorpresa. La figura de Arbeloa ha ido ganando peso en Valdebebas desde su llegada como técnico en 2020. En estos años ha liderado con éxito al Infantil A, al Cadete A y, más recientemente, al Juvenil A, con el que llegó a semifinales de la UEFA Youth League. Su trabajo formativo, unido a su carisma y carácter competitivo, lo han convertido en el candidato natural para seguir desarrollando el talento emergente de la cantera merengue.
Uno de los aspectos que juega a favor de Arbeloa es su conocimiento profundo de la generación que ahora nutrirá al Castilla. Muchos de los jugadores con los que trabajó en el Juvenil A serán piezas clave en el filial durante la próxima temporada. Este factor puede facilitar una transición más fluida tanto en el estilo como en la cohesión del grupo.
En el plano emocional, Arbeloa representa una continuidad en los valores que el club quiere preservar: compromiso, exigencia y mentalidad ganadora. Como jugador, disputó 238 partidos con el Real Madrid entre 2009 y 2016, ganó dos Champions y fue parte de la generación dorada de la selección española que conquistó la Eurocopa de 2008, el Mundial de 2010 y la Eurocopa de 2012. Su experiencia en la élite y su cercanía con figuras como Xabi Alonso —actual técnico del primer equipo blanco— refuerzan su perfil dentro del organigrama técnico madridista.
En cuanto al estado del Castilla, Arbeloa hereda un equipo competitivo que la pasada campaña terminó sexto en Primera Federación, a solo cuatro puntos del playoff de ascenso. El reto será mayúsculo: devolver al filial a Segunda División, categoría en la que no compite desde la temporada 2013-14. En un contexto cada vez más exigente y con rivales de peso en la categoría, la tarea no será sencilla, pero el nuevo técnico cuenta con respaldo institucional y una base sólida de futbolistas.
Por su parte, Raúl González cierra un ciclo de seis años al frente del Castilla. Su salida, según fuentes cercanas, responde al desgaste de esperar una oportunidad con el primer equipo que nunca llegó. Su futuro aún está por definirse, aunque su nombre sigue estando vinculado a posibles proyectos dentro y fuera de España, gracias a su perfil internacional y a la experiencia acumulada en el banquillo.
Con esta decisión, el Real Madrid reafirma su apuesta por el talento interno y por una línea de trabajo que privilegia el conocimiento del club. Álvaro Arbeloa, que ya ha demostrado solvencia como formador, afronta ahora su mayor desafío como entrenador, con la oportunidad de seguir alimentando el futuro del primer equipo desde la trinchera del Castilla.
