La figura de Serena Williams no necesita introducción, pero el reciente reconocimiento con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2025 añade una dimensión más a su extraordinaria carrera. La tenista estadounidense ha sido distinguida por su impacto dentro y fuera del terreno de juego, en una edición en la que 30 candidaturas procedentes de 13 países aspiraban al galardón. El fallo se ha hecho público en Oviedo, en el Hotel Barceló Cervantes, en el marco de la XLV edición de estos premios internacionales.
Nacida en Michigan en 1981, Serena Williams irrumpió en el panorama mundial con fuerza en 1999 al ganar su primer Abierto de Estados Unidos. A partir de ahí, su carrera fue una sucesión de hitos: 23 títulos de Grand Slam, 73 trofeos individuales y cuatro medallas olímpicas, tres de ellas en dobles y una en la categoría individual, lograda en Londres 2012. Su retirada del circuito profesional llegó en 2022, tras más de dos décadas como una de las grandes dominadoras del tenis.

Más allá de los números, el legado de Williams se apoya en su capacidad para romper barreras. Su estilo de juego, potente y técnico, revolucionó el tenis femenino. Pero también ha sido un referente por su resistencia mental, su lucha por la igualdad y su presencia mediática, que ha inspirado a millones de niñas a tomar una raqueta y soñar en grande.
Entre sus momentos más recordados destaca su victoria en el Abierto de Australia en 2017, cuando ganó el torneo estando embarazada de su hija. Tres años después, en 2020, levantó en Auckland el último título de su carrera. A lo largo de ese tiempo, Serena ha combinado la maternidad, la élite deportiva y su papel como activista, abriendo caminos en diferentes frentes.
El jurado del Premio ha valorado no solo sus éxitos deportivos, sino también su influencia social y su capacidad para transformar la percepción del deporte. Su nombre se une a una lista de galardonados en la que figuran leyendas como Rafa Nadal, Miguel Induráin, Carolina Marín, Eliud Kipchoge o los hermanos Gasol, así como eventos y equipos emblemáticos como el Maratón de Nueva York o los All Blacks.
Los Premios Princesa de Asturias buscan reconocer trayectorias que trasciendan lo puramente competitivo, celebrando contribuciones al progreso humano a través del deporte. Y en ese sentido, Serena Williams encarna a la perfección ese espíritu: una atleta excepcional que ha sabido dar al tenis una nueva narrativa, donde el talento convive con el compromiso y la resiliencia.
La ceremonia de entrega del galardón, que se celebrará en otoño en el Teatro Campoamor, servirá para rendir homenaje a una de las figuras más influyentes del deporte mundial del siglo XXI. Serena Williams no solo jugó para ganar; jugó para dejar huella. Y lo consiguió.