Ancelotti inicia su etapa con Brasil sin Neymar ni Rodrygo y con Vinícius como nuevo líder

Carlo Ancelotti ya es oficialmente seleccionador de Brasil. Aunque su llegada era un secreto a voces desde hace meses, el técnico italiano fue presentado de forma oficial en Río de Janeiro con una rueda de prensa multitudinaria. Su desembarco en la ‘Canarinha’ supone un punto de inflexión en la selección más laureada de la historia, […]

Carlo Ancelotti ya es oficialmente seleccionador de Brasil. Aunque su llegada era un secreto a voces desde hace meses, el técnico italiano fue presentado de forma oficial en Río de Janeiro con una rueda de prensa multitudinaria. Su desembarco en la ‘Canarinha’ supone un punto de inflexión en la selección más laureada de la historia, que busca reinventarse sin renunciar a su esencia.

El estreno de Ancelotti será el 6 de junio en Quito frente a Ecuador, un escenario siempre exigente por la altitud y la intensidad del rival. Apenas cinco días después, Brasil recibirá a Paraguay en casa. Ambos encuentros pertenecen a las Eliminatorias sudamericanas para el Mundial de 2026, donde Brasil marcha en una posición relativamente cómoda, a seis puntos del puesto de repesca, pese al duro correctivo sufrido ante Argentina en marzo.

GTRES

En su primera lista al frente de la selección, Ancelotti ha apostado por una mezcla de juventud y experiencia, dejando fuera a algunas figuras clave por motivos físicos o de forma. Entre ellas, destaca la ausencia de Neymar, quien aún se encuentra recuperándose de una lesión. Según explicó el propio técnico, habló con el jugador y ambos coincidieron en que no era el momento adecuado, aunque se mantiene la puerta abierta a futuras convocatorias. También llama la atención la no presencia de Rodrygo, que ha sido su jugador en el Real Madrid hasta hace muy poco.

Sin Neymar ni Rodrygo, el peso del ataque recaerá en dos futbolistas bien conocidos por Ancelotti: Vinícius Jr., estrella del Real Madrid, y Raphinha, del FC Barcelona. Ambos representan perfiles distintos pero complementarios. Vini aporta desequilibrio y verticalidad por la izquierda, mientras que Raphinha combina regate con sacrificio defensivo desde la derecha. Junto a ellos, nombres como Richarlison, Antony y el joven Estevão completan un frente ofensivo versátil y prometedor.

En el centro del campo, se mantiene el liderazgo de Casemiro, quien a pesar de un año irregular en el Manchester United, conserva la confianza del nuevo seleccionador. Le acompañan jóvenes como Bruno Guimarães y Andreas Pereira, en una línea de tres que mezcla músculo, talento y visión de juego. También sorprende la presencia de Andrey Santos, un mediocentro que sigue ganando protagonismo en Europa.

La zaga presenta un equilibrio entre veteranos como Marquinhos y Danilo, y caras nuevas como Beraldo o Vanderson. La portería estará custodiada por Alisson, aunque Bento y Hugo Sosa completan una terna con futuro. El bloque defensivo será clave para dotar de estabilidad a un equipo que, históricamente, ha priorizado la creatividad en ataque.

Ancelotti ha insistido en que sus decisiones se basan en el estado actual de los jugadores. Lejos de nombres o reputaciones, quiere un equipo competitivo desde el primer minuto. Su filosofía de trabajo, basada en la confianza, el equilibrio y la experiencia, encaja con las necesidades actuales de una selección que busca volver a lo más alto.

Más allá de los partidos ante Ecuador y Paraguay, Brasil tendrá en la Copa América del próximo verano una prueba clave para medir el progreso de esta nueva etapa. Ancelotti pretende llegar con un grupo cohesionado y mentalmente preparado para grandes retos.

El italiano ya ha comenzado a sumergirse en el día a día del fútbol brasileño. Está previsto que asista al partido entre Flamengo y Deportivo Táchira por la Copa Libertadores, lo que demuestra su compromiso con el seguimiento local y su interés por descubrir nuevos talentos.

Con un técnico de renombre mundial y una generación de jugadores con enorme potencial, Brasil se prepara para recuperar su lugar entre las grandes potencias. Ancelotti ha puesto la primera piedra de un proyecto que quiere ir paso a paso, pero con la vista puesta en el gran objetivo: volver a conquistar el mundo.