Tom Cruise revela que fue su hermana quien propició su papel en ‘Rain Man’ tras un encuentro fortuito con Dustin Hoffman

A veces, las grandes decisiones no nacen en despachos ni en platós de rodaje, sino en el lugar más insospechado: un restaurante cualquiera de Nueva York. Así ocurrió con Tom Cruise, quien reveló recientemente en una charla en el British Film Institute (BFI) de Londres que fue su hermana menor, Cass, quien le empujó a […]

A veces, las grandes decisiones no nacen en despachos ni en platós de rodaje, sino en el lugar más insospechado: un restaurante cualquiera de Nueva York. Así ocurrió con Tom Cruise, quien reveló recientemente en una charla en el British Film Institute (BFI) de Londres que fue su hermana menor, Cass, quien le empujó a cruzarse en el camino de Dustin Hoffman. De no haber sido por ese encuentro casual —y algo forzado— quizás nunca habría existido Rain Man tal y como la conocemos.

Corría 1984. Cruise acababa de terminar el rodaje de Legend con Ridley Scott y estaba de visita en Estados Unidos. Durante una comida con su hermana en un restaurante, Cass le señaló a un hombre con sombrero que pedía comida para llevar: era Dustin Hoffman, por entonces en plena representación teatral con Death of a Salesman. Cass, lejos de ser una entusiasta de las celebridades, insistió con inusitada firmeza en que Tom debía acercarse. Él, por su parte, se resistía. “No va a saber quién soy”, le decía. Pero ella fue tajante: “Si no vas, iré yo y le diré quién eres”.

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Cruise acabó cediendo. Se acercó con timidez y dijo: “Perdone, señor Hoffman…”. Para su sorpresa, Hoffman respondió con entusiasmo: “¡Cruise!”. Aquel breve diálogo cambió su destino. Hoffman no solo les regaló entradas para ver su obra, sino que los invitó a los camerinos. Al despedirse, soltó una frase casi mágica: “Quiero hacer una película contigo”. Un año después, cumplía su palabra enviándole el guion de Rain Man.

El filme, dirigido por Barry Levinson, se convirtió en una de las cintas más premiadas y queridas de finales de los 80. Hoffman interpretó a Raymond, un hombre con autismo que descubre a su hermano Charlie (Cruise) tras la muerte de su padre. Juntos emprenden un viaje emocional y físico que redefiniría el papel de ambos actores en la industria. Rain Man ganó cuatro premios Óscar, incluyendo mejor película, mejor director, mejor actor y mejor guion original.

Ahora, cuatro décadas después, Cruise rememora aquel episodio con una mezcla de humor y gratitud. La ocasión lo merecía: ha sido distinguido con la BFI Fellowship, el mayor honor otorgado por la institución británica. En su discurso, el actor expresó su profundo afecto por el Reino Unido, donde ha rodado numerosas películas como Eyes Wide Shut, Entrevista con el vampiro o Al filo del mañana. También ha trabajado allí recientemente en la próxima entrega de Misión: Imposible y en el nuevo proyecto de Alejandro G. Iñárritu.

Durante su intervención, Cruise destacó el talento de los equipos británicos y la belleza de sus localizaciones. “Llevo más de 40 años rodando en el Reino Unido y no tengo intención de parar”, afirmó. Además, viajará pronto a Cannes para presentar The Final Reckoning, que promete ser uno de los grandes estrenos del año.

En definitiva, la historia de Rain Man no comenzó con un casting ni con una reunión de guionistas. Empezó con una hermana persistente, un actor que dudaba y otro que supo ver algo especial. A veces, una conversación improvisada puede ser el primer paso hacia un clásico del cine.