Granollers y Zeballos conquistan Madrid y apuntan alto para Roland Garros

En una edición del Mutua Madrid Open marcada por la temprana eliminación de los principales representantes españoles en los cuadros individuales, el tenis nacional encontró un respiro en el dobles masculino. Marcel Granollers, junto al argentino Horacio Zeballos, se alzó este sábado con el título tras superar por 6-4 y 6-4 a la pareja formada por el salvadoreño Marcelo Arévalo y el croata Mate Pavic, en una final donde la compenetración y la experiencia marcaron la diferencia.

Granollers y Zeballos llevan ya años forjando una sociedad tenística de alto nivel. Desde que unieron fuerzas en 2019, han logrado establecerse como una de las duplas más fiables del circuito ATP. El título en Madrid supone su decimosegundo trofeo juntos, y el octavo en torneos Masters 1000, lo que los convierte en una referencia absoluta en la modalidad. Su sintonía dentro y fuera de la pista se traduce en un juego ordenado, versátil y sólido en los momentos clave.

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La Caja Mágica no es un escenario más para esta pareja. En 2021 ya levantaron el trofeo en este mismo torneo, y un año más tarde salieron de Madrid como los nuevos números uno del mundo en dobles. Este nuevo triunfo refuerza su vínculo especial con la tierra batida madrileña, donde siempre han contado con el respaldo del público y la inspiración de jugar “en casa”, especialmente para Granollers.

Curiosamente, los mismos protagonistas se enfrentaron en la final del Masters 1000 de Roma de 2023, donde también se impusieron Granollers y Zeballos. En Madrid repitieron la receta: presión desde el fondo, solidez al resto y precisión en la red. Rompieron el saque en el quinto juego del primer set y, pese a una pequeña reacción de sus rivales al inicio del segundo, encadenaron cinco juegos consecutivos que definieron el encuentro.

Con nombres como Alcaraz, Davidovich o Badosa fuera del torneo en las primeras rondas, el tenis español tenía pocos motivos para el optimismo esta semana. Granollers, a sus 38 años, ha ejercido de veterano ilustre, manteniendo el estandarte nacional en alto. Su actuación no solo ha sido brillante por el título, sino por haber eliminado junto a Zeballos a las principales parejas favoritas del cuadro.

Este título no llega de forma aislada. Hace apenas un mes, Granollers y Zeballos triunfaron en el ATP 250 de Bucarest, también sobre tierra batida. Madrid ha sido una confirmación más de su gran momento, justo cuando se inicia la cuenta atrás para Roland Garros. En París, parten como uno de los dúos a seguir.

Ambos jugadores superan la treintena —Granollers con 38 y Zeballos con 39—, y lejos de que la edad les reste, parece darles una lectura táctica más precisa. Conocen los tiempos del juego, saben cuándo acelerar y cuándo enfriar el ritmo. En un circuito donde la potencia prima, su inteligencia de juego resulta un factor desequilibrante.

En un contexto donde cada vez más tenistas de individuales se suman al dobles, Granollers y Zeballos representan un estilo más tradicional, donde el juego en la red, el saque colocado y la cobertura de espacios prevalecen sobre el golpeo plano. Su forma de competir es también un homenaje a otra época del tenis.

Con este título, Granollers y Zeballos no solo acumulan confianza, sino también puntos valiosos de cara al ranking y al seeding en París. La gira europea de tierra batida continúa, y la pareja hispano-argentina se posiciona como una de las favoritas a pelear por el Grand Slam francés.

En un año irregular para el tenis español, esta victoria recuerda que aún hay figuras capaces de competir y ganar al más alto nivel. Granollers, con su experiencia y temple, demuestra que el compromiso y la constancia siguen teniendo premio. Y con Roland Garros en el horizonte, el sueño de un nuevo gran título no parece tan lejano. ¿Será París el siguiente capítulo?