Los Lakers muerden el polvo: adiós al anillo tras caer ante un muro llamado Minnesota

La ilusión de Hollywood se ha apagado antes de tiempo. Los Angeles Lakers, liderados por un combativo Luka Doncic y el veterano LeBron James, han sido eliminados en primera ronda de los ‘playoffs’ de la NBA tras caer ante unos imponentes Minnesota Timberwolves. La serie, que concluyó 1-4, deja a los californianos fuera de combate […]

La ilusión de Hollywood se ha apagado antes de tiempo. Los Angeles Lakers, liderados por un combativo Luka Doncic y el veterano LeBron James, han sido eliminados en primera ronda de los ‘playoffs’ de la NBA tras caer ante unos imponentes Minnesota Timberwolves. La serie, que concluyó 1-4, deja a los californianos fuera de combate y sin opciones al título, pese a haber cerrado la fase regular en una prometedora tercera posición.

El encuentro decisivo se resolvió con un ajustado 96-103 que, sin embargo, no refleja del todo la sensación de superioridad mostrada por Minnesota. El equipo visitante aprovechó su clara ventaja física y dominó el juego interior desde el salto inicial. Rudy Gobert, colosal bajo el aro, firmó una actuación de 27 puntos y 24 rebotes. A su lado, Julius Randle añadió 23 tantos, haciendo añicos cualquier intento angelino por controlar la pintura.

GTRES

Ni siquiera la gris noche de Anthony Edwards —apenas 15 puntos y un acierto muy bajo en el tiro— frenó a los Timberwolves, que supieron explotar sus recursos más allá del acierto exterior. De hecho, firmaron un muy pobre 7 de 47 en triples, pero compensaron con una brutal presencia en el rebote: 65 capturas frente a las 48 de los Lakers.

El equipo angelino pagó caro la ausencia de Anthony Davis, cuya envergadura se echó en falta para frenar la avalancha física de Minnesota. Luka Doncic, con molestias visibles en la espalda tras una caída antes del descanso, luchó hasta el final con 28 puntos, 7 rebotes y 9 asistencias. LeBron aportó 22 y Rui Hachimura firmó un digno papel con 23 tantos, pero fue insuficiente ante el despliegue rival.

Lo paradójico del encuentro es que los Lakers llegaron a ponerse por delante en el marcador durante el tercer cuarto, gracias a un triple de Dorian Finney-Smith que les dio el 78-77. Sin embargo, el dominio volvió a manos de Minnesota con dos acciones claves de Gobert, que ya en ese momento era el dueño absoluto del partido.

El cuarto definitivo fue un combate cuerpo a cuerpo. Ambos equipos endurecieron sus defensas, conscientes de lo que había en juego. Pero la balanza se inclinó cuando los Lakers perdieron por faltas a Finney-Smith, lo que aprovechó Minnesota para firmar un parcial letal que sentenció el duelo.

Esta eliminación es especialmente dolorosa para los angelinos, que nunca antes habían caído tan pronto en unos playoffs tras haber terminado entre los tres primeros de la conferencia. El varapalo abre inevitablemente una etapa de reflexión para la franquicia, que pese a su potencial estelar, se vio desbordada por la solidez táctica y física de los Timberwolves.

Minnesota ya espera rival para las semifinales del Oeste, que saldrá del cruce entre los Warriors y los Rockets. Mientras tanto, en Los Ángeles, el sueño del anillo se diluye entre la frustración y la decepción.