El Comité de Competición ha emitido su veredicto sobre los altercados ocurridos en la final de la Copa del Rey, y las decisiones no han dejado indiferente a nadie. La resolución afecta a tres jugadores del Real Madrid, con sanciones de diferente gravedad según la conducta de cada uno. El más perjudicado ha sido Antonio Rüdiger, mientras que Jude Bellingham ha salido indemne tras la revisión del acta arbitral.
Antonio Rüdiger no volverá a jugar esta temporada. El defensa alemán fue sancionado con seis partidos tras protagonizar un episodio de tensión durante la prórroga del encuentro, cuando ya se encontraba en el banquillo. Según el acta, lanzó un objeto desde la zona técnica y tuvo que ser contenido por varios integrantes del cuerpo técnico. La sanción se extiende también al primer partido oficial del próximo curso.
La situación de Jude Bellingham ha sido tratada con mayor flexibilidad. El joven centrocampista inglés fue expulsado en el túnel de vestuarios tras el pitido final, acusado de protestas airadas. Sin embargo, tras revisar el acta y valorar los testimonios, el Juez Disciplinario Único concluyó que no hubo contacto ni actitud amenazante hacia el árbitro. Así, la tarjeta roja ha sido retirada y el jugador podrá estar disponible para el próximo partido ante el Barcelona.
Por su parte, Lucas Vázquez ha recibido una sanción de dos encuentros por abandonar el banquillo e irrumpir en el terreno de juego para protestar. Al no tratarse de una infracción grave, la suspensión se cumplirá en los próximos partidos de la Copa del Rey, sin afectar a sus compromisos en otras competiciones.
Rüdiger ha aprovechado su sanción para someterse a una intervención quirúrgica en el menisco. Con la temporada prácticamente cerrada en lo deportivo para él, el central ha decidido solucionar unas molestias que arrastraba desde hacía semanas, con el objetivo de estar en plenas condiciones para el inicio de la siguiente campaña.
Los incidentes subrayan una vez más el creciente problema que suponen las protestas airadas durante los partidos de alto voltaje. Tanto árbitros como autoridades deportivas buscan frenar estas conductas con sanciones ejemplares, aunque la revocación de la roja a Bellingham demuestra que no todas las decisiones arbitrales se mantienen si no están suficientemente justificadas.
La habilitación de Bellingham para disputar el Clásico añade un nuevo aliciente al encuentro. El mediocampista inglés es una de las piezas clave en el esquema de Ancelotti y su presencia puede inclinar la balanza en un duelo que, como siempre, despierta máxima expectación tanto en lo deportivo como en lo emocional.
La baja de Rüdiger deja un hueco sensible en la defensa madridista. Su carácter competitivo y su capacidad física son elementos que el equipo echará en falta en los próximos compromisos, especialmente en una recta final de Liga donde cada punto cuenta.
El Real Madrid deberá tomar nota de lo ocurrido en esta final. Más allá del resultado, los incidentes y las sanciones han supuesto un coste extra en forma de bajas innecesarias. El club, como institución, seguramente reforzará sus medidas internas para evitar que situaciones similares se repitan.
