La actividad estromboliana se intensifica en el cráter sureste del Etna

El volcán Etna, situado en la isla italiana de Sicilia, ha vuelto a despertar con fuerza en abril de 2025, protagonizando una intensa actividad eruptiva que ha captado la atención de científicos, autoridades y turistas. El 8 de abril, el cráter sureste del Etna registró una notable actividad estromboliana, caracterizada por explosiones intermitentes y emisiones de ceniza volcánica que alcanzaron altitudes de hasta 5,5 kilómetros sobre el nivel del mar, desplazándose hacia el sureste. ​

Los primeros indicios de esta erupción se detectaron el 7 de abril por la noche, cuando los sensores sísmicos registraron un aumento significativo en la amplitud del tremor volcánico, localizándose la fuente bajo el cráter sureste a unos 2.900 metros de altitud. A pesar de la intensificación de la actividad sísmica y acústica, los sistemas de monitoreo de deformación del terreno, como los GNSS y los inclinómetros, no mostraron variaciones significativas, lo que sugiere que no hubo una acumulación de magma considerable en las capas superficiales.​

GTRES

Ante la creciente actividad, el Observatorio del Etna elevó el código de alerta para la aviación a rojo, el nivel más alto, debido al riesgo que representan las columnas de ceniza para el tráfico aéreo. Sin embargo, en las horas siguientes, la actividad explosiva disminuyó y las emisiones de ceniza se debilitaron, permitiendo reducir el nivel de alerta a naranja.​

El Etna, con una altitud de 3.357 metros, es el volcán más alto y activo de Europa, con una historia eruptiva que se remonta a más de 2.500 años. Su actividad se manifiesta principalmente en erupciones estrombolianas en los cráteres de la cumbre y, ocasionalmente, en erupciones laterales más voluminosas que pueden afectar áreas habitadas. La reciente erupción ha atraído a numerosos turistas y excursionistas que buscan presenciar el espectáculo natural, lo que ha llevado a las autoridades a reforzar las medidas de seguridad y a advertir sobre los peligros asociados, como explosiones repentinas, gases tóxicos y terrenos inestables. ​

GTRES

Además, la actividad volcánica ha tenido repercusiones en el tráfico aéreo, con la necesidad de desviar vuelos en el aeropuerto de Catania y la emisión de alertas para la aviación. Las imágenes captadas por satélites, como el Landsat 8, han mostrado flujos de lava avanzando por las laderas nevadas del Etna, creando un contraste visual impresionante y evidenciando la magnitud de la erupción. ​

Las autoridades y los científicos continúan monitoreando de cerca la actividad del Etna, conscientes de su imprevisibilidad y del potencial impacto en las comunidades cercanas.