Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid, ha comparecido recientemente ante la Audiencia Provincial de Madrid acusado de un presunto fraude fiscal de más de un millón de euros correspondiente a los ejercicios de 2014 y 2015. El técnico italiano ha defendido su inocencia, asegurando que nunca tuvo intención de defraudar y que siguió las indicaciones tanto del club como de sus asesores fiscales.
Según Ancelotti, al llegar al Real Madrid en 2013, el club le propuso una fórmula para gestionar sus derechos de imagen, práctica que, según él, era común entre jugadores y entrenadores. El entrenador afirmó que esta propuesta le parecía normal y que confió en que era correcta desde el punto de vista fiscal.
La Fiscalía sostiene que Ancelotti habría utilizado un entramado de sociedades interpuestas para canalizar los ingresos derivados de sus derechos de imagen, con el objetivo de ocultar al verdadero beneficiario y eludir el pago de impuestos en España. Se le acusa de haber defraudado 1.062.079 euros, distribuidos en 386.361 euros en 2014 y 675.718 euros en 2015.
Durante su declaración, Ancelotti explicó que su contrato con el Real Madrid contemplaba que un 15% de su salario se percibiría a través de derechos de imagen. El técnico indicó que confió en sus asesores fiscales y en las sugerencias del club para gestionar estos ingresos, sin sospechar que pudiera haber irregularidades.
El entrenador también mencionó que en 2015 residió en España solo 155 días, lo que, según su defensa, podría eximirle de tributar como residente habitual. Sin embargo, la Fiscalía argumenta que, a pesar de su cese anticipado en mayo de 2015, Ancelotti mantuvo su vivienda en Madrid hasta octubre de ese año, lo que indicaría que España fue su centro principal de intereses económicos y personales durante ese periodo.
La acusación también señala que Ancelotti habría simulado la cesión de sus derechos de imagen a entidades sin actividad real y domiciliadas fuera de España, con el propósito de ocultar los ingresos y evitar su tributación en el país. Se menciona la creación de sociedades como Vapia Limited y Vapia LLP para este fin.
La Fiscalía solicita para Ancelotti una pena de cuatro años y nueve meses de prisión, además de dos multas que suman más de tres millones de euros. El entrenador ha manifestado su confianza en el sistema judicial y ha reiterado su inocencia, afirmando que nunca pensó en defraudar y que siempre confió en que sus asuntos fiscales estaban en orden.
Este caso recuerda a situaciones similares vividas por otras figuras del fútbol, como Xabi Alonso, quien también fue acusado de fraude fiscal y decidió no pactar con la Fiscalía, logrando finalmente una sentencia absolutoria. Ancelotti parece seguir una estrategia similar, manteniendo su postura de inocencia y dispuesto a defender su honorabilidad en los tribunales.
El juicio continúa, y se espera que en las próximas semanas se presenten más testimonios y pruebas que determinen la responsabilidad de Ancelotti en este presunto fraude fiscal. Mientras tanto, el técnico sigue al frente del Real Madrid, centrado en los compromisos deportivos del equipo.
