La incertidumbre que rodeaba el estado físico de Novak Djokovic tras su duelo con Carlos Alcaraz en los cuartos de final del Open de Australia terminó por confirmarse de la peor manera. En un giro inesperado, el serbio, 10 veces campeón del torneo, decidió retirarse en las semifinales frente a Alexander Zverev tras disputar apenas un set, perdido en un ajustado 7-6 (5).
El partido comenzó con un Djokovic aparentemente en control, a pesar de las molestias en el muslo izquierdo que lo habían acompañado desde el enfrentamiento con Alcaraz. Sin embargo, tras una hora y 21 minutos, el primer set se definió en un desempate en el que el serbio cometió un error poco característico, fallando una volea que estrelló en la red. Acto seguido, sorprendió a todos al caminar hacia la red y extender la mano a Zverev, indicando su retirada inmediata.

El público, que esperaba un épico duelo de cinco sets, no ocultó su frustración y despidió a Djokovic entre abucheos. Con una mirada desafiante, el serbio respondió levantando los pulgares, mientras Zverev intervenía para defender a su rival: «No abucheen a un jugador que se lesiona. Sé que todos pagaron sus entradas, pero Novak ha dado todo al deporte durante los últimos 20 años. Merece respeto».
La decisión de Djokovic de abandonar alimentó las dudas y críticas sobre su comportamiento reciente. Desde el inicio del torneo, el serbio había sido objeto de controversias, incluidas acusaciones sobre presuntos fingimientos de lesiones y enfrentamientos con aficionados. Este historial de conflictos dejó a muchos espectadores cuestionando la legitimidad de su retirada, a pesar de las evidentes molestias físicas.
Zverev, por su parte, selló su pase a la final, la primera en Australia y la tercera de su carrera en un Grand Slam, tras las alcanzadas en el US Open 2020 y Roland Garros 2023. El alemán se enfrentará al ganador de la semifinal entre Jannik Sinner y Ben Shelton.

En la rueda de prensa posterior, Djokovic explicó su decisión: «No había golpeado una pelota desde el partido contra Alcaraz hasta una hora antes del encuentro de hoy. Hice todo lo posible: medicamentos, vendajes, fisioterapia… Pero el dolor al final del primer set fue demasiado. Si hubiese ganado el desempate, quizás habría intentado continuar un poco más, pero sabía que no podría soportar el ritmo físico del partido».
La frustración del serbio era evidente. Con 24 títulos de Grand Slam en su haber, Djokovic buscaba superar el récord compartido con Margaret Court. Sin embargo, este contratiempo supone un golpe significativo en su intento de ampliar su legado. Con 37 años, el tiempo juega en su contra, y la perspectiva de nuevos títulos se complica, especialmente considerando las exigencias físicas de torneos como Roland Garros, su próximo gran objetivo.
A pesar de su abandono, el desempeño de Djokovic en el torneo le permite subir al sexto puesto en el ranking mundial, superando a Daniil Medvedev. No obstante, la gran incógnita ahora es cómo manejará su recuperación y cuánto tiempo estará fuera de las pistas.

Por su parte, Zverev mostró elegancia al respaldar a Djokovic frente a los abucheos del público, destacando su dedicación al tenis durante dos décadas. «Ha ganado este torneo lesionado antes. Si no pudo continuar, es porque realmente no podía», afirmó el alemán, quien ahora centrará todas sus energías en la final del domingo.
El abandono de Djokovic deja un vacío en el torneo y plantea interrogantes sobre su futuro en los grandes eventos. Con el inicio de Roland Garros a solo cuatro meses, los ojos del mundo estarán puestos en la recuperación del serbio y en su capacidad para mantenerse como una de las figuras más dominantes del tenis moderno.