El ministro de Defensa portugués reclama a España la localidad pacense de Olivenza

El ministro de Defensa Nacional de Portugal, Nuno Melo, ha exigido a España la entrega del pueblo de Olivenza, situado cerca de la frontera entre ambos países. Melo ha subrayado que Olivenza es un municipio portugués “por tratado” y considera que es un derecho “justo” reclamar su devolución.

Portada estilo manuelino del Ayuntamiento de Olivenza, Badajoz. @GTRES

“Olivenza es portuguesa, naturalmente, y no es ninguna provocación”, ha declarado Melo. El ministro ha explicado que, según el Tratado de Alcañices firmado en 1297 entre la Corona de Castilla y el reino de Portugal, Portugal no reconoce a Olivenza como territorio español.

Por otro lado, el líder del Partido Socialista, Pedro Nuno Santos, ha rechazado las declaraciones del ministro, calificándolas de “extrema gravedad” y advirtiendo sobre su “impacto en la política exterior”, especialmente en las relaciones diplomáticas con España.

Por su parte, el alcalde de la localidad pacense de Olivenza, Manuel José González Andrade, ha instado a dejar de lado los “discursos que levantan muros y provocan divisiones”: «Olivenza tiene una historia compartida de la que se siente muy orgullosa porque nos hace únicos. NunoMelo, no es momento de discursos que levanten muros y provoquen divisiones, y sí de seguir trabajando en todo lo que nos une para buscar juntos un futuro de oportunidades».

Asimismo, el expresidente de la Junta de Extremadura, oriundo de Olivenza, Guillermo Fernández Vara, también ha contestado desde sus redes: «Olivenza es una ciudad extremeña y española, orgullosa de su pasado portugués, nos sentimos “hijos de España y nietos de Portugal”. Las fronteras de ayer son hoy puentes que construyen la Europa a la que juntos pertenecemos».

Más de siete siglos en disputa

La disputa sobre Olivenza, una pequeña localidad de Badajoz, ha sido un tema recurrente en las relaciones entre España y Portugal durante más de siete siglos. La historia de Olivenza se remonta a la Edad Media, cuando formaba parte del Reino de León. En 1297, mediante el Tratado de Alcañices, Olivenza fue cedida a Portugal como parte de un acuerdo de paz entre ambos reinos. Durante más de 500 años, Olivenza permaneció bajo dominio portugués, desarrollando una identidad cultural y arquitectónica propia.

Sin embargo, en 1801, durante la Guerra de las Naranjas, España recuperó Olivenza tras la firma del Tratado de Badajoz. Desde entonces, la localidad ha sido administrada por España, aunque Portugal nunca ha renunciado oficialmente a su reclamación sobre el territorio. Esta situación ha generado tensiones diplomáticas intermitentes entre ambos países.

El ministro de Defensa de Portugal ha argumentado que la entrega de Olivenza es una cuestión de justicia histórica y de respeto a los tratados internacionales. Según su postura, el Congreso de Viena de 1815, que puso fin a las Guerras Napoleónicas, reconoció la soberanía portuguesa sobre Olivenza y exigió su devolución por parte de España, algo que nunca se llevó a cabo.

El gobierno español ha mantenido que Olivenza es parte integral de su territorio y que la cuestión está resuelta desde hace más de dos siglos. Las autoridades españolas han subrayado que la población de Olivenza se considera mayoritariamente española y que cualquier cambio en la soberanía del territorio debería contar con el consentimiento de sus habitantes.

Rica herencia dual

A lo largo de los años, la disputa sobre Olivenza ha sido objeto de debates académicos y políticos, así como de manifestaciones culturales y reivindicaciones por parte de asociaciones tanto en España como en Portugal. La cuestión ha sido tratada en diversas ocasiones en foros internacionales, aunque sin llegar a una resolución definitiva.

En la actualidad, Olivenza es una localidad próspera que combina elementos culturales tanto españoles como portugueses. Su patrimonio arquitectónico, que incluye iglesias, castillos y puentes, refleja esta rica herencia dual. La convivencia pacífica entre sus habitantes es un ejemplo de cómo las fronteras históricas pueden ser superadas en la vida cotidiana.

A pesar de las tensiones diplomáticas, las relaciones entre España y Portugal se han caracterizado en las últimas décadas por la cooperación y el entendimiento mutuo. Ambos países son miembros de la Unión Europea y comparten numerosos intereses económicos, culturales y políticos. La disputa sobre Olivenza, aunque simbólicamente importante, no ha impedido el desarrollo de una relación bilateral sólida.

El reciente pronunciamiento del ministro de Defensa portugués ha reavivado el interés mediático y académico sobre la cuestión de Olivenza. Sin embargo, es poco probable que esta demanda conduzca a un cambio significativo en la situación actual, dado el contexto histórico y las complejidades diplomáticas involucradas.