El año 2025 pasará a la historia personal de Gabriela Guillén como uno de los más intensos, mediáticos y emocionalmente complejos de su vida. Tras meses de desencuentros públicos, reproches cruzados y negociaciones estancadas, la fisioterapeuta paraguaya y Bertín Osborne han logrado finalmente cerrar un acuerdo definitivo sobre la manutención y el régimen de visitas de su hijo, Arian David, que cumplirá dos años en enero de 2026.

El convenio, firmado de manera telemática, pone fin a un periodo de enorme tensión entre ambos y supone un respiro para Guillén, que hasta ahora había asumido en solitario todos los gastos y cuidados del menor.
Un acuerdo “normal y corriente”, sin líneas rojas ni condiciones especiales
En su reaparición ante las cámaras, Gabriela Guillén se mostró serena y tajante al desmentir las informaciones que apuntaban a supuestas cláusulas extraordinarias o “líneas rojas” en el convenio regulador. “Es una cosa normal, común y corriente de cualquier convenio regulador. Ni se ha dicho nada extraordinario, ni hay que hacer cosas”, afirmó, insistiendo en que muchos detalles publicados eran simples invenciones mediáticas.
Preguntada por si había exigido estar presente en las visitas del niño con su padre, respondió con ironía: “Madre mía, es que me voy enterando de cosas… Qué extenso es el convenio, ¿no?”. Guillén reiteró que el acuerdo es “normal”, que “está todo ok” y que no hay nada más que añadir.
La entrevista que desbloqueó la situación
Aunque Guillén evita señalar culpables, sí reconoce que el conflicto no se debía a problemas personales, sino a la falta de comunicación directa, ya que ambos se relacionaban a través de terceros, lo que generó malentendidos y retrasos en la negociación.
La situación comenzó a destrabarse tras su aparición en el programa ¡De Viernes!, donde reveló que Bertín solo había visto al niño tres veces desde su nacimiento y que aún no había firmado la manutención económica. Ese testimonio actuó como un punto de inflexión, impulsando al presentador a cerrar el acuerdo antes de que el caso regresara a los tribunales.
Las claves del convenio: manutención retroactiva y obligación de relación paterno-filial
El acuerdo incluye: Una contribución económica mensual por parte de Bertín Osborne, ajustada a su situación financiera actual, que —según fuentes cercanas— no atraviesa su mejor momento. Carácter retroactivo de la manutención, cubriendo los gastos que Guillén había asumido sola durante meses. Y obligación legal de relacionarse con su hijo, aunque sin fijar días concretos debido a la agenda del cantante.
Guillén admite que le habría gustado que la relación surgiera de forma voluntaria, pero prefiere facilitar los encuentros y garantizar que se desarrollen con naturalidad.
Un año marcado por tensiones, indirectas y desencanto
Pese al acuerdo, la relación entre ambos sigue siendo distante. En varias apariciones públicas, Guillén ha lanzado mensajes velados sobre la implicación de Osborne como padre. A preguntas sobre si esperaba que el presentador viera al niño en Navidad o le hiciera un regalo, respondió con ironía: “¿De verdad me lo estás preguntando? ¿Tú crees en los Reyes Magos?”.
También ha dejado claro que, aunque aboga “por la paz”, ha asumido que Bertín no será un padre presente en el día a día: “Está todo bien y creo que va a seguir así”.
La versión más conciliadora: “No hay nada extraordinario”
En su última intervención ante la prensa, Guillén quiso zanjar el tema con un mensaje de calma: “No hay que darle más vueltas a nada. Ya está todo en paz y tranquilidad”. Asegura que no se le ha impuesto ninguna condición sobre su libertad de expresión y que su prioridad sigue siendo el bienestar de su hijo: “No me van a poner ninguna condición a mi edad. Está todo bien, no hay nada extraordinario”.
Un 2025 que lo cambió todo
El año termina con un acuerdo que parecía imposible meses atrás y que marca un antes y un después en la relación entre Gabriela Guillén y Bertín Osborne. Para ella, ha sido un año convulso, pero también un punto de inflexión hacia la estabilidad que llevaba tiempo reclamando.