La marquesa de Griñón y su marido sorprenden con la llegada de Nala, un cachorro que se suma a su ya numerosa familia perruna.

La noticia la dio la propia Tamara Falcó a través de sus redes sociales, donde compartió con sus seguidores la llegada de Nala, un cachorro que buscaba hogar y que finalmente se ha quedado con la pareja. “Bienvenida a la familia Nala. Buscaba una familia y no estaba previsto que se quedara con nosotros, pero al final fue imposible dejarla ir”, escribió la colaboradora de El Hormiguero, dejando claro que la decisión fue tan espontánea como emotiva.
Una familia perruna en expansión
La marquesa y su marido, Íñigo Onieva, ya convivían con varias mascotas: Jacinta, un caniche color canela inseparable de Tamara; Vanilla, un Golden Retriever dorado que suele aparecer en sus publicaciones y Missy y Dalkkung, dos bichones maltés adquiridos en Corea el pasado mes de mayo. Con la llegada de Nala, la pareja comparte su vida con cinco perros, a los que consideran parte esencial de su familia.
Entre la maternidad y el amor por los animales
El anuncio llega en un momento en el que Tamara había decidido pausar su tratamiento de fertilidad, reconociendo que se encontraba saturada y necesitaba un descanso. “Creo mucho en el plan de Dios. Lo que sea. Lo acepto con mucha paz. Si tiene que ser, será. Y si no, pues es que no será para mí”, confesó recientemente en una entrevista.
Mientras tanto, la pareja ha encontrado en sus mascotas una forma de canalizar su deseo de ampliar la familia, reforzando su vínculo y compartiendo momentos de ternura y humor. De hecho, Tamara ha contado entre risas que en ocasiones se atreve a cortarles el pelo ella misma, aunque los resultados no siempre sean los esperados.
La llegada de Nala confirma que, aunque “no estaba previsto”, Tamara Falcó e Íñigo Onieva viven una etapa de plenitud y estabilidad, rodeados de cariño y de una familia perruna que no deja de crecer. En un año marcado por proyectos personales y profesionales, la pareja despide 2025 con una nueva incorporación que refleja su lado más cercano y espontáneo.