El cantautor de Úbeda afronta sus últimos conciertos en la capital, cerrando cinco décadas de carrera con un público entregado.

El Movistar Arena de Madrid se convirtió en el epicentro de la emoción y la nostalgia con el concierto de Joaquín Sabina, que encara la recta final de su gira de despedida Hola y adiós. A sus 76 años, el artista jienense ofreció un espectáculo cargado de poesía, recuerdos y complicidad con un público que llenó el recinto hasta la última localidad.
Un adiós en la ciudad que lo vio crecer
Sabina eligió Madrid para cerrar su ciclo vital sobre los escenarios, consciente de que la capital ha sido el escenario de muchas de sus canciones más emblemáticas. “Va a acabar en Madrid con estos últimos shows que van a ser, sin duda, los más importantes de mi vida. Porque son los últimos y los que no olvidaré nunca”, confesó emocionado ante miles de seguidores.

El repertorio: himnos y guiños a Madrid
El concierto abrió con Yo me bajo en Atocha, un tema que no había interpretado en otras ciudades de la gira y que sirvió como homenaje a la capital. A lo largo de la noche sonaron clásicos como 19 días y 500 noches, Quién me ha robado el mes de abril, Por el bulevar de los sueños rotos y Y, sin embargo, coreados por un público que convirtió cada canción en un acto colectivo de despedida.
Sabina también recuperó piezas más poéticas de su repertorio, como De purísima y oro o Una canción para la Magdalena, demostrando que su legado va más allá de los grandes éxitos y que su obra es, ante todo, un retrato sentimental de varias generaciones.
Un concierto cargado de emoción
El artista, que ya ofrece sus recitales sentado y con la voz más áspera que nunca, no ocultó las lágrimas en varios momentos de la noche. El público respondió con ovaciones interminables, consciente de estar viviendo un momento histórico: el adiós definitivo de uno de los grandes cronistas musicales de España.

Últimas fechas en Madrid
La gira Hola y adiós, que comenzó en enero en Ciudad de México y recorrió América y Europa con 71 conciertos, culmina en Madrid con varias noches consecutivas en el Movistar Arena. La últimas cita está prevista para el 30 de noviembre, con entradas agotadas desde hace meses.
El concierto de Joaquín Sabina en el Movistar Arena no fue sólo un repaso a su carrera, sino una ceremonia de despedida compartida con un público fiel que lo ha acompañado durante cinco décadas. Madrid lo despide como se despide a los grandes: con lágrimas, aplausos infinitos y la certeza de que su voz y sus versos seguirán vivos mucho más allá de los escenarios.