Tamara Falcó ha celebrado su 44º cumpleaños fiel a su estilo: con discreción, elegancia y una reunión tan reducida como especial. La marquesa de Griñón, que atraviesa uno de sus mejores momentos personales y profesionales, optó por una cena íntima en Madrid para brindar por un año más lleno de proyectos, estabilidad y vida familiar.

Una celebración pequeña, pero cargada de simbolismo
Lejos de grandes fiestas o eventos multitudinarios, Tamara eligió una velada tranquila, rodeada de sus más cercanos. La celebración tuvo lugar en su casa, con una cena íntima a la luz de las velas, decoración floral de Brumalis y una tarta blanca de dos pisos de Balbisiana, en un ambiente cálido y sofisticado —muy en sintonía con su gusto por la gastronomía y el diseño de interiores— donde reinó el buen ambiente, las risas y las conversaciones pausadas.
Entre los invitados estuvieron su hermana Ana Boyer, Isabelle Junot y su marido Íñigo Onieva, además de un pequeño grupo de amigos íntimos que forman parte del círculo más estable de la marquesa. La reunión reflejó ese giro hacia la vida tranquila y familiar que ella misma ha defendido en los últimos años.
Un look fiel a su estilo elegante
Para la ocasión, Tamara apostó por un look elegante y festivo protagonizado por un vestido lencero satinado en color marrón chocolate de Mango, combinado con un abrigo negro clásico y unas sandalias.
El vestido de Mango, valorado en 50 euros, que se convirtió en el gran protagonista de la velada. De corte midi, con tirantes finos tipo espagueti, escote en pico y un delicado frunce en el pecho, la pieza destacaba por su tono marrón chocolate, uno de los colores tendencia de la temporada otoño/invierno. La caída fluida y el brillo sedoso del tejido aportaban un aire sofisticado y favorecedor, ideal para una celebración íntima y festiva.
Para completar el estilismo, la marquesa de Griñón optó por un abrigo negro clásico, un básico atemporal que aportaba sobriedad al conjunto. En contraste, se decantó por unas sandalias mules negras, un guiño a la estética “chicas cool” popularizada por Sex and the City, que añadían un toque de moda pese al frío madrileño. En cuanto a las joyas, Tamara apostó por la discreción, evitando accesorios llamativos y dejando todo el protagonismo al vestido, reafirmando así su apuesta por la elegancia minimalista.
Un año de estabilidad y nuevos proyectos
Este nuevo cumpleaños llega en un momento dulce: asentada en su matrimonio, con presencia en televisión y consolidada como figura referente en moda, estilo de vida y gastronomía, Tamara continúa expandiendo su marca personal. En los próximos meses, se esperan nuevas colaboraciones y proyectos vinculados al mundo lifestyle, donde su influencia sigue creciendo.
A sus 44 años, la marquesa celebra una etapa marcada por la serenidad, el amor y la ilusión renovada. Y, como siempre, lo hace con ese equilibrio único entre sofisticación y cercanía que la ha convertido en una de las personalidades imprescindibles del panorama social español.