El exportero del Valencia CF y de la Selección Española, Santiago Cañizares, de 55 años, contrajo matrimonio el pasado viernes con Noemí, una joven catalana de Calella de Palafrugell. La ceremonia se celebró en Mas de Alzedo, una masía del siglo XVII restaurada frente al Parque Natural del Turia, un lugar cargado de simbolismo para el exguardameta, que vivió en Valencia sus mejores años deportivos.

La pareja se conoció en mayo a través de las redes sociales y, tras apenas seis meses de relación, decidieron formalizar su unión. Cañizares confesó que lo suyo fue un auténtico flechazo y que no quisieron esperar más para casarse, asegurando que “nos ha pegado fuerte y no hemos querido que se nos haga tarde”.
La novia, discreta y elegante
Noemí apostó por un look nupcial que encarna el nuevo lujo silencioso: elegancia sin excesos, belleza sin estridencias. El diseño elegido fue un modelo palabra de honor de silueta limpia, sin encajes ni pedrería, confeccionado en tejido blanco puro que iluminaba su figura. El escote recto marcaba la línea superior con precisión, mientras que la falda de volumen controlado aportaba movimiento sin resultar pesada. La cola media completaba el conjunto con equilibrio, ideal para una ceremonia al aire libre en un entorno natural como el Parque del Turia.

La novia prescindió del velo, reforzando así la estética contemporánea del conjunto. En su lugar, optó por unos pendientes discretos, que añadían un punto de luz sin competir con el vestido. Este gesto reafirma su apuesta por una imagen coherente, sobria y moderna, en línea con las tendencias bridal de 2025.
El peinado fue un recogido bajo pulido, que despejaba el rostro y permitía apreciar la estructura del escote. En cuanto al maquillaje, Noemí eligió una piel luminosa, labios en tono nude y una mirada definida pero suave. Todo en su beauty look estaba pensado para resaltar su expresión sin transformarla, mostrando su mejor versión sin artificios.

Una ceremonia civil
Aunque inicialmente se planteó una boda religiosa, finalmente se celebró por lo civil. Cañizares explicó que no ha obtenido la nulidad de su matrimonio anterior con Mayte García y que los trámites le parecieron excesivos, por lo que optaron por una ceremonia civil íntima.
El enlace reunió a familiares y amigos cercanos. Entre los asistentes estuvieron Lucas Cañizares, hijo mayor del exguardameta, acompañado de su pareja, la influencer Carla Asensi. También acudieron periodistas deportivos como Juanma Castaño, Helena Condis y Paco González, compañeros de Cañizares en la radio.

Un discurso emotivo
Uno de los momentos más comentados fue el discurso de Lucas Cañizares, que arrancó risas entre los invitados con bromas sobre la intensidad de la nueva relación de su padre. El joven portero del CD Tondela mostró su apoyo y cariño en un gesto que se viralizó en redes sociales.
Este es el tercer matrimonio del exportero. Estuvo casado primero con Marina Conchello (1992-2007), con quien tuvo tres hijos, y después con Mayte García, madre de cuatro de sus hijos. Con ella compartió más de una década y afrontó la dura pérdida de su hijo Santi en 2018, un golpe que marcó profundamente su vida.

Un nuevo comienzo
Tras la ruptura con Mayte García en abril de este mismo año, que le llevó a pasar por momentos difíciles, Cañizares ha recuperado la ilusión junto a Noemí. Él mismo ha reconocido que se siente en uno de los mejores momentos de su vida.
La elección de Valencia no fue casual. La ciudad está íntimamente ligada a la carrera y la vida personal de Cañizares, que defendió la portería del club che durante más de una década y se convirtió en uno de los ídolos de Mestalla.

La boda de Santi Cañizares y Noemí simboliza un nuevo capítulo en la vida del exportero, marcado por la ilusión y la esperanza tras años de altibajos personales. Con un entorno íntimo, un vestido sencillo y un ambiente cargado de cariño, el enlace en Valencia se ha convertido en un acontecimiento que une la crónica social con la memoria deportiva de uno de los grandes nombres del fútbol español.