En una ciudad como Alicante, donde la oferta culinaria crece y se diversifica cada temporada, destacar no es tarea fácil. Sin embargo, Pelican lo ha conseguido. Con dos locales —uno en pleno centro urbano y otro frente al mar en la Playa de San Juan— este restaurante se ha consolidado como uno de los espacios más recomendados por los amantes de la cocina japonesa contemporánea con alma mediterránea.
Más que un lugar para comer, Pelican propone una experiencia sensorial completa. Desde la estética de sus platos hasta la atmósfera de sus espacios, todo está pensado para que el comensal disfrute de una velada memorable. ¿Qué lo hace tan especial? Estas son las cinco claves que explican su éxito:
1. Una propuesta gastronómica de autor con sello japonés y mediterráneo
El chef Pablo Berenguer Solbes lidera la cocina de Pelican con una visión contemporánea que fusiona técnicas japonesas con ingredientes y sabores del Mediterráneo. Su trayectoria en alta cocina se refleja en platos que combinan precisión, creatividad y respeto por el producto. Cada elaboración es una muestra de equilibrio entre tradición y modernidad.
2. Una carta que despierta los sentidos
Pelican no solo cuida el sabor, sino también la textura, el aroma y la presentación. Entre sus platos más destacados se encuentran el Katsu Sando, un sándwich japonés de cerdo empanado crujiente por fuera y tierno por dentro, y el Usuzukuri de hamachi japonés con ponzu, jalapeños y ajo, una propuesta delicada que combina matices cítricos y salados con una estética impecable.
3. Dos espacios con personalidad propia
El restaurante cuenta con dos ubicaciones que ofrecen experiencias distintas pero complementarias. En la Playa de San Juan, el local se abre al mar con una terraza acristalada que invita a disfrutar con calma. En el centro, en la Plaza Gabriel Miró, el ambiente es más dinámico y festivo, ideal para quienes buscan una noche animada sin renunciar a la calidad gastronómica.
4. Coctelería de autor en un espacio exclusivo
En el local del centro, Pelican alberga La Destilería, un rincón íntimo en la planta baja donde la mixología se convierte en arte. Con iluminación cuidada y música envolvente, este espacio ofrece cócteles de inspiración oriental que ponen el broche final a cualquier cena. Abierto hasta la 1:30 de la madrugada, es el lugar perfecto para prolongar la velada.
5. Un servicio cercano y profesional
El equipo de Pelican destaca por su atención personalizada. Desde la bienvenida hasta las recomendaciones de platos y bebidas, cada detalle está pensado para que el comensal se sienta cómodo y bien atendido. La combinación de profesionalidad y cercanía crea un ambiente acogedor que invita a volver.
Pelican no es solo un restaurante, es un destino gastronómico donde cada plato cuenta una historia y cada visita se convierte en un recuerdo. Su apuesta por la fusión, el producto de calidad y la experiencia completa lo han convertido en un referente en Alicante.
