La actriz Angelina Jolie ha compartido recientemente información inédita sobre su proceso de divorcio con Brad Pitt, en el marco de la prolongada disputa legal por la propiedad francesa Château Miraval, que ambos adquirieron durante su matrimonio. En documentos judiciales presentados ante el Tribunal Superior de Los Ángeles, Jolie describe el proceso como “emocionalmente difícil” tanto para ella como para sus seis hijos.

Uno de los puntos más reveladores fue su decisión de ceder el control total de las casas familiares en Los Ángeles y Miraval a Pitt, sin recibir compensación alguna. Según explicó, lo hizo con la esperanza de: “Tranquilizarlo en su trato conmigo después de un periodo traumático”. Tras la separación, Jolie vivió de alquiler y buscó una nueva propiedad cerca de la residencia de Pitt para facilitar el contacto entre él y sus hijos.
La actriz también reveló que sus ahorros estaban invertidos en Miraval y que nunca solicitó pensión alimenticia ni ayuda económica a su exesposo. En un momento de dificultad financiera, pidió a Pitt un préstamo para comprar una casa, el cual fue concedido, aunque con intereses.
Jolie aseguró que ni ella ni sus hijos han vuelto a pisar la finca francesa desde el divorcio, debido a la carga emocional que representa. “Nos casamos allí, pasé parte de mi embarazo allí y llevé a casa a nuestros gemelos desde el hospital. Ha sido duro separarme de ese lugar y especialmente difícil para los niños ver sus vidas tan trastocadas”.
La disputa por Miraval continúa, después de que Jolie vendiera su participación en 2021 al grupo vinícola Stoli, lo que Pitt considera una violación del acuerdo entre ambos. En respuesta, Jolie presentó una contrademanda en 2022, alegando que su exmarido ha mantenido una “guerra vengativa” contra ella desde que solicitó el divorcio en 2016.