La modelo Joana Sanz ha emitido un comunicado público tras el nacimiento de su primer hijo con el exfutbolista Dani Alves, ocurrido el pasado 1 de octubre en Barcelona. A través de sus redes sociales, Sanz confirmó la llegada del bebé y expresó su malestar por la forma en que algunos medios han tratado la noticia, que hasta entonces no había sido anunciada oficialmente por ninguno de los progenitores.
En su mensaje, la canaria lamentó la falta de sensibilidad de ciertos medios que publicaron informaciones sin consentimiento: “Me da tristeza que hagan una nota de prensa vacía (porque no saben nada) en la que hablan del nacimiento de un bebé que no ha sido anunciado por alguno de sus progenitores”, escribió. También pidió mayor tacto ante situaciones delicadas, recordando que “no siempre las cosas salen bien, que hay complicaciones y muchas otras situaciones horribles”.
A pesar del tono crítico, Joana quiso tranquilizar a sus seguidores confirmando que el bebé está sano y que la familia se encuentra bien: “Gracias a Dios no fue nuestro caso y está sano, invadiéndonos de amor”. La pareja está instalada en su residencia de Esplugues de Llobregat, donde viven este momento en la más estricta intimidad.
La modelo también agradeció los mensajes de cariño recibidos, aunque denunció haber sido blanco de comentarios ofensivos: “Lamentablemente no todos los mensajes son bonitos. Siempre hay gente tan podrida por dentro que tiene el valor de desearle mal a un bebé”. Por este motivo, anunció que no compartirán imágenes del niño ni detalles sobre su vida privada: “No publicaremos absolutamente nada de nuestro bebé y haremos todo lo posible por protegerlo mediáticamente”.
El comunicado fue acompañado por una única imagen: una pulsera infantil con la fecha de nacimiento grabada, símbolo de la discreción con la que la pareja desea vivir esta nueva etapa. Joana concluyó su mensaje con una reflexión: “Lo que no se ve, no se estropea”, reafirmando su decisión de preservar la intimidad familiar.
Este nacimiento marca un nuevo capítulo en la relación entre Joana Sanz y Dani Alves, especialmente tras los difíciles meses que atravesaron durante el proceso judicial en el que el exfutbolista fue finalmente absuelto de un delito de agresión sexual. La pareja, que retomó su vínculo tras la sentencia, ha apostado por la estabilidad y la protección de su entorno más cercano.
