La actriz francesa Juliette Binoche presentó en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián su ópera prima como directora, el documental ‘In-I In Motion’, una obra íntima y reflexiva que revisita el proceso creativo de la performance teatral “In-I”, realizada junto al coreógrafo británico Akram Khan en 2007. La proyección, que se incluyó en la Sección Oficial fuera de concurso, fue recibida con una ovación por parte del público y la crítica especializada.
Durante la presentación en el Auditorio Kursaal, Binoche compartió detalles sobre el origen del proyecto, inspirado por una conversación con el actor Robert Redford, quien tras ver la obra en Nueva York le animó a convertirla en película. “Todavía llevaba mi ropa de escenario cuando Redford entró en mi camerino y me dijo: ‘Tienes que hacer una película con esta obra’”, recordó emocionada.
“In-I In Motion” combina imágenes inéditas de los ensayos y representaciones con reflexiones personales sobre la creación artística, el cuerpo como herramienta narrativa y las heridas emocionales que marcaron tanto a Binoche como a Khan. La obra original abordaba la relación entre una mujer blanca y un hombre musulmán, explorando temas como el racismo, la violencia de género y la fragilidad humana desde una perspectiva escénica que fusionaba danza y teatro.
El documental se estructura en dos partes: la primera muestra el proceso de investigación y creación, mientras que la segunda recoge íntegramente la puesta en escena. Binoche, que no es bailarina, y Khan, que no es actor, se enfrentaron al reto de coreografiarse mutuamente, generando un lenguaje común entre movimiento y palabra. “Yo no bailo y él no actúa”, resume la actriz en una frase que define el espíritu de la obra.
Con esta proyección especial, Juliette Binoche reafirma su compromiso con el arte como espacio de transformación y diálogo. In-I In Motion no sólo documenta una creación escénica, sino que ofrece una mirada profunda sobre el vínculo entre dos artistas que se atrevieron a explorar sus límites. El Festival de San Sebastián celebra así una propuesta valiente, poética y cargada de memoria.
