La Comunidad de Madrid ha declarado oficialmente la Quinta de los Molinos como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Patrimonio Histórico, reconociendo su extraordinario valor urbanístico, paisajístico, botánico e histórico. Esta decisión, aprobada por el Consejo de Gobierno autonómico, busca preservar uno de los espacios verdes más queridos por los madrileños, ubicado en el número 257 de la calle Alcalá, en el distrito de San Blas-Canillejas.

Conocida por la espectacular floración de sus 1.900 almendros cada primavera, la Quinta forma parte del eje histórico de quintas de recreo junto a Torre Arias y El Capricho, en lo que fue la antigua carretera de Aragón. Pero su valor va mucho más allá de lo paisajístico.
Un legado arquitectónico y urbanístico
La finca fue concebida a comienzos del siglo XX por el arquitecto e ingeniero César Cort Botí, seguidor de Arturo Soria, quien aplicó en este espacio sus ideas sobre la transición entre ciudad y campo. El conjunto incluye joyas como:
- El Palacete de Cort, reformado entre 1939 y 1954
- La Casa del Reloj, situada en la entrada
- Las antiguas cocheras y almacenes
- La lavandería, el invernadero y una pista de tenis
- Los molinos de viento traídos de EE.UU. en los años 20, que dan nombre al parque
Un pulmón verde con historia
La Quinta se organiza en tres zonas: una de estilo romántico mediterráneo, otra agrícola con los famosos almendros, y una tercera con un sistema hidráulico de riego que aún se conserva. Además de almendros, alberga olivos, cipreses, cedros, tilos, eucaliptos y arbustos ornamentales como lilos y rosales.
Espacio cultural y social
Desde 2018, parte del recinto acoge el Espacio Abierto Quinta de los Molinos, un centro cultural dedicado a la infancia y la juventud. En décadas anteriores, también funcionó como Escuela de Jardinería y Centro de Atención a las Adicciones, lo que demuestra su versatilidad y valor comunitario.
Con esta declaración, la Comunidad de Madrid garantiza la protección integral del parque, incluyendo sus edificaciones, jardines y elementos naturales, asegurando su conservación para las futuras generaciones.