El Comité Técnico de Árbitros (CTA) ha anunciado una medida histórica para la temporada 2025/2026: los árbitros del fútbol español volverán a ser identificados por su nombre de pila y primer apellido, dejando atrás la tradicional fórmula de los dos apellidos que se utilizaba desde hace más de 50 años.
Esta decisión, impulsada por el nuevo presidente del CTA, Fran Soto, tiene como objetivo “humanizar la figura del árbitro” y acercarla más a la sociedad. “Queremos que se vea a los árbitros como deportistas, como parte del espectáculo, y que se les perciba de forma más cercana”, explicó Soto. La medida ya se ha aplicado en la primera jornada de LaLiga, donde, por ejemplo, Sánchez Martínez ha pasado a ser José María Sánchez, y Munuera Montero, José Luis Munuera.
El cambio también responde a una revisión de prácticas heredadas del pasado. La costumbre de usar los dos apellidos se instauró en 1970 durante el franquismo, cuando el árbitro Ángel Franco Martínez fue obligado a utilizar ambos apellidos para evitar que su nombre coincidiera con el del dictador Francisco Franco, lo que podía generar gritos incómodos en los estadios.
Además de esta modificación, el CTA ha implementado otras medidas como la designación de árbitros solo 24 horas antes de los partidos, con el fin de reducir presiones externas y proteger la integridad del colectivo arbitral.
Con esta iniciativa, el CTA busca modernizar la imagen del arbitraje español y alinearse con las prácticas de otras ligas europeas, donde los colegiados son conocidos por su nombre o un solo apellido, como es el caso del icónico Pierluigi Collina.
