En medio de un verano marcado por la discreción y el deseo de alejarse del foco mediático, José Ortega Cano ha sido visto compartiendo un momento de tranquilidad junto a su hijo José María en Costa Ballena, Cádiz. El torero, que atraviesa semanas delicadas tras el fallecimiento de Michu y la polémica por la custodia de su nieta Rocío, ha optado por refugiarse en el sur de España para disfrutar de tiempo en familia.
Durante el fin de semana, padre e hijo fueron fotografiados dando un paseo en bicicleta por uno de los parques de la localidad, acompañados por Marina, persona de confianza del entorno familiar. El plan incluyó momentos de juego y conexión, como dar de comer a los patos en el lago, en compañía de otros miembros de la familia como Mari Carmen Ortega y Aniceto, cuñados del torero.
Este tipo de actividades familiares refuerzan la imagen de Ortega Cano como un padre cercano, que busca mantener la normalidad y el bienestar de su hijo en medio de circunstancias personales complejas. A pesar de la presencia de medios, el diestro se mostró amable y relajado, evitando hacer declaraciones sobre los temas que rodean a su familia en televisión.
El paseo en bicicleta, además de ser una actividad saludable, se ha convertido en una tradición veraniega para el torero y su hijo, que en años anteriores también han compartido este tipo de momentos en la costa gaditana.
