El príncipe Harry, duque de Sussex, habría pensado en cambiar su apellido oficial, Mountbatten-Windsor, por el de Spencer, en honor a su madre, la fallecida princesa Diana. Según reveló el diario británico Daily Mail y confirmó la revista estadounidense People, Harry conversó sobre esta posibilidad con su tío, Charles Spencer, hermano menor de Diana.
La conversación se produjo durante una visita poco habitual del príncipe al Reino Unido. Aunque fue un encuentro amistoso, el conde Spencer le desaconsejó dar ese paso por las dificultades legales que implicaría. Un amigo cercano al duque aseguró al Mail on Sunday que, pese al deseo de Harry, el cambio no se ve viable.
De haberse concretado, el cambio de apellido habría tenido un fuerte impacto simbólico. Harry no solo habría abandonado el apellido oficial de la familia real, sino que también habría distanciado aún más a su familia de la monarquía británica, especialmente del rey Carlos III. Este último, según fuentes cercanas, tiene un aprecio especial por el apellido Mountbatten, heredado de su padre, el príncipe Felipe.
Actualmente, Harry y Meghan utilizan el apellido ‘Sussex’ en su vida diaria, y sus hijos, Archie y Lilibet, figuran oficialmente como Mountbatten-Windsor en sus documentos de nacimiento. Sin embargo, Meghan Markle comentó en una entrevista con People que el apellido Sussex ha tomado un valor especial desde que formaron su familia.
La posible decisión de adoptar el apellido Spencer ha sido vista por algunos como un nuevo gesto de ruptura con la familia real. Desde que los duques de Sussex se alejaron de sus funciones oficiales en 2020 y se mudaron a Estados Unidos, las tensiones con la familia de Harry no han cesado.
Este nuevo episodio reabre el debate sobre el papel de los duques en la monarquía y muestra que las heridas familiares aún no han sanado.
