Carlos Alcaraz ha decidido renunciar al Mutua Madrid Open 2025. Aunque su presencia era una de las más esperadas por la afición local, el tenista murciano ha preferido escuchar a su cuerpo y no forzar una recuperación que podría complicarse. Una molestia detectada durante la final del Conde de Godó ha terminado por apartarle del torneo madrileño. Su prioridad ahora es llegar en óptimas condiciones a Roland Garros, el verdadero objetivo de su temporada sobre tierra batida.
Durante su comparecencia ante la prensa, Alcaraz explicó con sinceridad la situación física que atraviesa. Las molestias no se han limitado a una sola zona: problemas en el aductor derecho y también en el isquiotibial izquierdo han impedido una recuperación completa. A pesar de haberlo intentado hasta el último momento, el murciano ha optado por parar. “He hecho todo lo posible, pero hay que escuchar al cuerpo”, confesó con tono serio y voz cansada.

Aunque su agenda en Madrid ha estado cargada de compromisos, el tenista no ha querido poner en riesgo su salud por cumplir con las expectativas. Actos como el estreno de su documental en Netflix o su asistencia a eventos promocionales han copado los titulares, pero Alcaraz fue claro: “Tantos actos no siempre son buenos”. Estas palabras reflejan el agotamiento que puede conllevar una agenda pública intensa, incluso para alguien de su juventud y energía.
La decepción es evidente. Para Carlos, jugar en Madrid tiene un valor emocional añadido. No es solo un torneo más; es un escenario que lo vio crecer como aficionado y como profesional. “Me fastidia no jugar delante de mi gente, pero volveré más fuerte”, aseguró con la determinación que lo caracteriza. A sus 21 años, el número 3 del mundo sabe que aún tiene muchas oportunidades por delante.
La decisión de parar ahora busca evitar males mayores. La experiencia del año anterior, cuando una lesión en el antebrazo complicó su preparación, le ha enseñado a ser prudente. Entonces, regresó con fuerza en Roland Garros, donde logró coronarse campeón. Este año, confía en seguir un camino similar, aunque con un poco más de control y menos incertidumbre.

La situación deja también una reflexión sobre el calendario del tenis profesional. Cambios de superficie constantes, partidos exigentes cada semana y escasos periodos de descanso son parte del desgaste físico que enfrentan los mejores jugadores del circuito. Alcaraz no es una excepción, y ha señalado la necesidad de priorizar el bienestar a largo plazo frente a la exigencia inmediata.
El inicio de 2025 ha sido muy positivo para el murciano, con un título en Montecarlo y la final de Barcelona como cartas de presentación. Su nivel está intacto y, como él mismo dice, su confianza también. “Tengo el nivel, tengo la confianza”, afirmó, dejando claro que esta pausa es solo una estrategia para volver aún más competitivo.
El público madrileño se queda sin ver a uno de sus ídolos este año, pero no sin una promesa: la de un regreso más fuerte y más preparado. En palabras del propio Alcaraz, “estas decisiones no son fáciles, pero hay que pensar en lo importante”. Y lo importante, ahora mismo, se llama Roland Garros.
El tenista buscará revalidar su corona en París, con la mente puesta en los grandes desafíos del circuito. Madrid deberá esperar, pero Alcaraz ha dejado claro que la salud y la preparación adecuada no se negocian, ni siquiera en casa.