José Mourinho, actual entrenador del Fenerbahçe, ha vuelto a estar en el centro de la polémica tras un incidente ocurrido al finalizar el partido de cuartos de final de la Copa de Turquía contra el Galatasaray. Después de la derrota por 2-1 de su equipo, Mourinho se dirigió hacia el técnico rival, Okan Buruk, y le agarró la nariz, provocando que este cayera al suelo.
Este comportamiento ha generado una ola de críticas en Turquía, con numerosos aficionados y comentaristas deportivos solicitando la destitución del técnico portugués debido a su conducta antideportiva. El Galatasaray ha condenado oficialmente la acción a través de un comunicado, calificándola de inaceptable y contraria a los valores del deporte.
El incidente recuerda a un episodio similar protagonizado por Mourinho en 2011, cuando, siendo entrenador del Real Madrid, introdujo un dedo en el ojo de Tito Vilanova, entonces segundo entrenador del FC Barcelona, durante una trifulca en la Supercopa de España. Aquella acción le valió una sanción de dos partidos y una multa económica.
El partido entre Fenerbahçe y Galatasaray estuvo marcado por la tensión y los enfrentamientos tanto dentro como fuera del campo. Durante el encuentro, se produjeron varias trifulcas que resultaron en la expulsión de jugadores y miembros del cuerpo técnico de ambos equipos. En el tiempo de descuento, una pelea entre los banquillos llevó a la intervención de la policía para calmar los ánimos.
Tras el pitido final, mientras los jugadores se retiraban al vestuario, Mourinho se acercó a Buruk y le agarró la nariz, lo que provocó la caída teatral del técnico del Galatasaray. Este gesto ha sido ampliamente criticado y ha reavivado el debate sobre la conducta de Mourinho en los terrenos de juego.
La prensa turca ha reaccionado con dureza ante el comportamiento de Mourinho, señalando que este tipo de actitudes dañan la imagen del fútbol en el país. Algunos medios han recordado incidentes previos del técnico portugués, subrayando un patrón de conducta que consideran inapropiado para alguien en su posición.
El Fenerbahçe, por su parte, se encuentra en una situación complicada. El equipo ha sido eliminado de la Copa de Turquía y de la Europa League, y en la liga doméstica ocupa la segunda posición, a seis puntos del líder, precisamente el Galatasaray. Esta serie de resultados negativos, sumada a la controversia generada por Mourinho, ha incrementado la presión sobre el club y su entrenador.
Además, este incidente podría tener consecuencias disciplinarias para Mourinho. La Federación Turca de Fútbol podría intervenir y sancionar al técnico por su comportamiento, lo que añadiría más dificultades a su ya complicada situación en el Fenerbahçe.
