El nombre de Stephen Curry es, sin lugar a dudas, sinónimo de triples en la NBA. No solo por su capacidad de hacerlos de forma casi automática, sino porque ha transformado completamente el juego y la forma en que se percibe el tiro de tres puntos en el baloncesto moderno. En un reciente partido contra los Sacramento Kings, Curry alcanzó un hito histórico: se convirtió en el primer jugador en la historia de la liga en anotar 4.000 triples en temporada regular, una marca que parecía inalcanzable para muchos, pero que él ha logrado romper con su estilo inconfundible.
Aunque el partido no fue uno de sus grandes espectáculos individuales, ya que finalizó con solo 11 puntos, Curry logró el récord en el tercer cuarto con un tiro de tres que encendió al Chase Center de San Francisco. A pesar de que no estaba en su mejor noche, el ambiente del pabellón reflejaba lo que significa este logro para la historia de la NBA. Un tiro más, uno más de su interminable colección, pero este con un valor simbólico incalculable.

El momento fue aún más especial porque Curry lo logró en su casa, apenas unos días antes de celebrar su 37º cumpleaños. El base de los Golden State Warriors, quien se ha convertido en el pilar fundamental de su dinastía de campeones, no solo sumó un número más a su cuenta, sino que lo hizo de una manera que pocos jugadores han sido capaces de hacer: aportando al equipo de una forma efectiva, aunque no con su habitual protagonismo en el marcador.
Lo impresionante de Curry no solo es que haya alcanzado los 4.000 triples, sino cómo lo ha hecho. Desde su primer triple en 2009 hasta este récord, ha sido testigo de una mejora constante. Su primer gran salto fue en 2015, cuando alcanzó los 2.000 triples, y solo tres años después logró superar la histórica marca de Ray Allen con los 3.000. Ahora, tres años más tarde, ha sumado otros 1.000 triples a su cuenta, un ritmo frenético que desafía las leyes de la edad y la física.
Stephen Curry no es solo un anotador excepcional; su capacidad para convertir los triples con una eficacia inigualable ha transformado la forma en que se juega el baloncesto en la NBA. Antes de él, los triples eran vistos como un recurso opcional, una jugada circunstancial. Con Curry, se convirtieron en la base de su juego y, por extensión, del baloncesto moderno. No solo ha impuesto récords, sino que ha cambiado la mentalidad de todo un deporte.

Lo que diferencia a Curry de otros grandes tiradores de la historia, como Ray Allen o Reggie Miller, es su habilidad para lanzar desde cualquier lugar del campo. Su rapidez para crear espacio, su capacidad de tomar decisiones bajo presión y su impecable técnica de tiro lo hacen prácticamente imparable. No solo se trata de su capacidad para encestar desde largas distancias, sino también de su habilidad para hacerlo bajo cualquier circunstancia, en situaciones de presión o en momentos claves del partido.
Curry no solo es el jugador con más triples en la historia, sino que también mantiene un porcentaje de acierto impresionante. Con un 42,4% de efectividad en sus tiros de tres, está en el podio de los mejores porcentajes de la liga. A su vez, ha sido capaz de superar incluso las expectativas más altas con logros como los 402 triples que anotó en la temporada 2015-16, un récord de la liga. Además, ha estado presente en prácticamente todos los partidos de su carrera con al menos un triple, algo que resalta su consistencia a lo largo de los años.
La influencia de Curry en la NBA va más allá de los números. Su estilo de juego ha inspirado a una generación de jugadores a abrazar el tiro de tres como nunca antes. Ha demostrado que el baloncesto no tiene que ser solo un juego de fuerza física y penetraciones al aro, sino que la habilidad y la precisión pueden ser igualmente decisivas. Es probable que muchos intenten imitar su juego, pero pocos podrán llegar al nivel de excelencia que él ha mostrado a lo largo de su carrera.

A pesar de que su carrera ha sido histórica, Curry sigue siendo un jugador motivado por el deseo de seguir mejorando. Con 37 años, está lejos de mostrar signos de envejecimiento y sigue siendo una pieza clave para los Warriors en cada partido. Su legado como el jugador más grande en la historia de los triples está asegurado, pero no parece tener la intención de detenerse aquí. Cada triple que lanza no solo suma a su cuenta personal, sino que reafirma su posición como uno de los mejores jugadores de la historia de la NBA.
Con los 4.000 triples alcanzados, Stephen Curry no solo ha reescrito los libros de historia de la NBA, sino que ha dejado una marca indeleble en el baloncesto mundial. Un legado que va mucho más allá de los números, convirtiéndose en un símbolo de lo que significa llevar el juego al siguiente nivel.