RTVE ha presentado su nueva serie documental ‘La conquista de la democracia’, que retrata la lucha social que hizo posible la transición democrática en España. Esta esperada producción, compuesta por seis capítulos, se estrenará en marzo en La 2 y RTVE Play.

El evento de presentación tuvo lugar en el Teatro Monumental de Madrid y contó con la asistencia de destacadas personalidades como el presidente de RTVE, José Pablo López; la presidenta del Congreso, Francina Armengol; la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero; y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. Además, la Orquesta y Coro RTVE ofreció una interpretación de varios himnos de la transición, con la actuación en directo de la reconocida cantante Ana Belén.
El acto fue conducido por el periodista de RTVE Xabier Fortes y se celebraron dos coloquios en los que participaron Nicolás Sartorius, creador de la serie, y tres de sus directores: Ángeles González-Sinde, Imanol Uribe y Manuel Gutiérrez Aragón. También estuvieron presentes las escritoras Elvira Lindo y Natalia Junquera, así como Unai Sordo, líder de Comisiones Obreras; Lola Navarro, vicesecretaria general de UGT; y la jurista Dolores Sancho.

Durante los coloquios, Nicolás Sartorius destacó la importancia de la lucha social en la transición democrática: «Cuando Franco muere no surge la democracia, sino un Gobierno represor. Hubo que luchar mucho para acabar con eso. El dictador murió en la cama, pero la dictadura murió en la calle». Por su parte, Manuel Gutiérrez Aragón valoró la transición como «un proceso lento y pactado, que provocó una ruptura».
Elvira Lindo subrayó el papel decisivo de las mujeres en esta etapa histórica: «Hubo sindicalistas, políticas, abogadas y mujeres del pueblo cuya labor fue importantísima». Ángeles González-Sinde, directora de uno de los capítulos, destacó la importancia de los movimientos colectivos como «una manera de transmitir la historia desde todo lo que la gente común puede hacer». Además, Imanol Uribe elogió la labor de documentación realizada para la serie y se mostró sorprendido por la perseverancia de los supervivientes de la movilización.

Natalia Junquera, por su parte, resaltó el desconocimiento de las generaciones más jóvenes sobre esta etapa histórica y vinculó esto al auge de la desinformación en redes sociales. La presentación concluyó con un recital de la Orquesta y Coro RTVE, dirigida por Raúl Benavent, interpretando himnos de la transición como ‘Yo no soy esa’, ‘Para la libertad’ y ‘Libertad sin ira’.
Así es ‘La conquista de la democracia’
‘La conquista de la democracia’, producida por RTVE y Tevescop, se basa en una idea original de Nicolás Sartorius y Fernando Galindo. La serie consta de seis capítulos de 60 minutos de duración, con música original de Alberto Iglesias y está narrada a través de la mirada de seis directores: Arantxa Aguirre, Ángeles González-Sinde, Azucena Rodríguez, Imanol Uribe, Tania Balló y Manuel Gutiérrez Aragón.
El primer capítulo, ‘Se hace camino al andar’ (Arantxa Aguirre), parte de la protesta de un grupo de estudiantes contra la dictadura en 1956, que desencadenó huelgas y protestas en toda España. La segunda entrega, ‘El principio del fin’ (Ángeles González-Sinde), retrata los primeros años de la década de los 70, marcados por las movilizaciones en diferentes sectores sociales.

‘Una galerna de huelgas’ (Azucena Rodríguez) es el capítulo 3, centrado en cómo, tras la muerte de Franco, la lucha social y las huelgas masivas impulsaron la transición democrática en España. El cuarto, ‘Rebeldes con causa: el hervidero universitario’ (Imanol Uribe), pone el foco en los estudiantes, uno de los colectivos que se enfrentó con más contundencia a la dictadura.
El capítulo cinco, ‘La mayoría silenciosa’ (Tania Balló), realiza una panorámica a través de la UMD, Justicia Democrática, el campo o las luchas vecinales, feministas y LGTBI+ en España. La serie concluye con ‘El resurgir de la esperanza’ (Manuel Gutiérrez Aragón) y la movilización masiva de la sociedad española, que logró que las grietas abiertas de la dictadura se hicieran cada vez más grandes.