Muere Daniel Faraldo, actor y guionista argentino, a los 76 años tras una larga enfermedad

El mundo del cine y la televisión ha perdido a un actor versátil y un guionista talentoso. Daniel Faraldo, nacido en Argentina pero con una extensa carrera en la industria estadounidense, ha fallecido a los 76 años tras una larga enfermedad. La noticia ha sido confirmada por la distribuidora Segarra Films, que ha expresado sus […]

El mundo del cine y la televisión ha perdido a un actor versátil y un guionista talentoso. Daniel Faraldo, nacido en Argentina pero con una extensa carrera en la industria estadounidense, ha fallecido a los 76 años tras una larga enfermedad. La noticia ha sido confirmada por la distribuidora Segarra Films, que ha expresado sus condolencias a la familia y amigos del artista. Su legado abarca múltiples facetas, desde la actuación en películas y series de gran renombre hasta su prolífica labor como guionista en el cine español.

Faraldo dejó una huella imborrable en la televisión estadounidense de los años 80 y 90. Fue un rostro recurrente en algunas de las series más icónicas de la época, como Kojak, Santa Barbara, El coche fantástico, Magnum P.I., MacGyver y El ecualizador. Aunque en la mayoría de estas producciones interpretó personajes secundarios, su presencia era inconfundible. Su talento para dar vida a villanos y personajes duros le garantizó un lugar en la memoria de los espectadores.

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En la gran pantalla, Faraldo tuvo una destacada participación en la película de acción Por encima de la ley (1988), dirigida por Andrew Davis y protagonizada por Steven Seagal. Su papel como un villano de la trama es especialmente recordado por su impactante escena final, en la que su personaje es lanzado al vacío desde un estacionamiento elevado. También colaboró con grandes directores como John G. Avildsen (Danza lenta en la gran ciudad, 1978), Curtis Hanson (Ir a perderlo… y perderse, 1982) y Abel Ferrara (Ciudad del crimen, 1984), demostrando su versatilidad en distintos géneros cinematográficos.

A pesar de su éxito en Estados Unidos, en la última etapa de su carrera Faraldo se estableció en España, donde se consolidó como guionista y actor en el cine independiente. Su trabajo con el director catalán Ramon Térmens fue clave en esta faceta. Juntos, colaboraron en cinco películas: Negro Buenos Aires (2009), Catalunya über alles! (2011), El mal que hacen los hombres (2015), La mujer ilegal (2020) y Sociedad negra (2024). Esta última, su obra póstuma, le valió los premios a mejor actor y mejor guion en el Festival Horizontes de Cine Español de Marsella y el premio a mejor actor en el Festival Lloret Negre.

Térmens, profundamente afectado por la pérdida de su amigo y colaborador, expresó su pesar en un comunicado: “Su pérdida me causa un vacío casi insoportable, y sólo encuentro consuelo en las palabras de ánimo que me daba en los últimos tiempos, para que siguiera adelante con los proyectos que teníamos en marcha”. Faraldo no solo dejó un impacto en su cine, sino en aquellos con los que trabajó estrechamente, convirtiéndose en un referente dentro de la comunidad cinematográfica española.

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Además de su trabajo en cine y televisión, Faraldo tuvo una destacada carrera teatral en Broadway. Fue parte del debut mundial de la obra Ojos para Consuela, del renombrado dramaturgo Sam Shepard, compartiendo escenario con David Strathairn en el Manhattan Theater de Nueva York. Su experiencia en las tablas complementó su formación artística, brindándole herramientas que enriquecieron su labor en cine y televisión.

Antes de convertirse en actor, Faraldo tuvo una vida llena de giros inesperados. A los 19 años emigró a Estados Unidos, donde trabajó como traductor en las Naciones Unidas. Su amor por la interpretación lo llevó a dedicarse al mundo del espectáculo, y en poco tiempo logró hacerse un nombre en la industria. Durante más de cinco décadas, desarrolló una carrera multifacética que lo llevó desde Hollywood hasta el cine europeo, dejando una impronta en cada proyecto que tocó.

Los últimos años de su vida los pasó en Sitges, una localidad catalana con una vibrante escena cinematográfica. Allí encontró un hogar y un espacio donde seguir creando, demostrando que su pasión por el cine nunca se apagó. Su amor por la escritura y la interpretación lo acompañó hasta el final, dejando una filmografía que sigue siendo referencia para aquellos que buscan entender el arte de narrar historias con profundidad y autenticidad.