La familia Osborne reaparece unida en los Premios Dona2 de la Fundación Kike Osborne, con la presencia destacada de la infanta Elena

El evento supuso una reaparición pública de la familia Osborne casi al completo, en apoyo a Kike Osborne, hijo de Fabiola Martínez y Bertín Osborne, quien este año asistió por primera vez como mayor de edad. En el photocall posaron juntos Alejandra, Eugenia y Claudia Osborne, hijas del cantante andaluz, así como Carlos Osborne, el hijo menor de la expareja, y Ana Cristina Portillo, hija de Sandra Domecq, a quien Bertín considera parte de su familia.

Las tres hijas mayores ejercieron de maestras de ceremonias, mostrando la buena sintonía que mantienen con Fabiola Martínez, presidenta ejecutiva de la fundación. Aunque Bertín Osborne no apareció en las primeras imágenes, finalmente se unió al acto y posó junto a sus hijos y la infanta Elena, consolidando así una imagen de unidad familiar en torno a una causa solidaria.

La infanta Elena fue una de las invitadas más destacadas de la noche. Fiel a su perfil institucional y comprometido, acudió al acto para recoger el premio otorgado a la Fundación MAPFRE, entidad con la que colabora activamente. Su presencia supone un gesto de respaldo a la labor social de la fundación y es una forma de mantener su agenda pública en un momento delicado para la Casa Real, tras la reciente publicación de las memorias del rey emérito Juan Carlos I.

Vestida con un conjunto de terciopelo marrón y actitud serena, la infanta posó sonriente ante los medios, aunque evitó hacer declaraciones sobre temas personales o familiares. Su presencia fue muy comentada y valorada como un ejemplo de continuidad institucional y compromiso con las causas sociales.

Los Premios Dona2 reconocen cada año a personas y entidades que promueven una comunicación responsable, empática y transformadora. En esta edición se entregaron 16 galardones a figuras como Elsa Punset (Empatía), Miguel Ángel Muñoz (Solidaridad), Lucía Galán (Responsabilidad), Conchita (Consciencia) y el grupo Hakuna (Paz), entre otros. La gala se celebró en la sede de la Fundación MAPFRE y estuvo marcada por los discursos emotivos y el ambiente de cercanía entre premiados, organizadores e invitados.

La Fundación Kike Osborne, creada en 2009 tras el nacimiento de Kike, trabaja para ofrecer apoyo integral a familias con hijos con discapacidad. La edición de este año ha supuesto un paso simbólico al situar a Kike en el centro del acto, ya como adulto, y consolidar el legado de una entidad que ha acompañado a más de 30.000 familias en toda España.

Fabiola Martínez se ha consolidado como una figura clave en el ámbito social español gracias a su labor al frente de la Fundación Kike Osborne, entidad que preside desde su creación en 2009. Impulsada por su experiencia personal como madre de un hijo con discapacidad, Fabiola ha transformado su compromiso en una plataforma de apoyo integral para miles de familias en España. Su trabajo combina sensibilidad, rigor y vocación institucional, y ha sido reconocido por su capacidad para generar alianzas con entidades públicas y privadas. En los últimos años, ha reforzado su perfil como comunicadora y promotora de causas sociales, manteniendo una presencia activa en medios y eventos solidarios, siempre con un enfoque empático y transformador.

Roque Star fue uno de los protagonistas más emotivos de los Premios Dona2, al recibir el galardón en la categoría “Superación”. En sus redes sociales, expresó que la gala fue “una de esas noches que se quedan grabadas para siempre”, destacando la emoción compartida entre familias que conviven con la discapacidad. Agradeció el reconocimiento con palabras de gratitud y compromiso, afirmando que el premio no era solo suyo, sino de todas las personas que eligen una actitud positiva ante los retos diarios. Para Roque, el evento fue una celebración del amor, la lucha y la resiliencia, y su testimonio reforzó el espíritu inclusivo y transformador de la gala.

La cantante Conchita recibió el premio Consistencia, un reconocimiento por su sensibilidad artística y compromiso social. En sus redes sociales, compartió que aún tenía “un nudo en la garganta” tras vivir una noche “preciosa” junto a personas inspiradoras que “tratan de hacer el mundo mejor y más bonito para todos”. Uno de los momentos más conmovedores fue ver a Cristina emocionarse al leer la letra de Por las veces, una de sus canciones más íntimas. Conchita agradeció el cariño de Fabiola Martínez, el entusiasmo de los premiados y la complicidad de José Antonio, quien le entregó el galardón entre risas. Su testimonio reflejó el espíritu de la gala: cercanía, gratitud y arte al servicio de la empatía.

El médico y divulgador Mario Alonso Puig recibió uno de los dieciséis galardones entregados a figuras que promueven valores humanos como la empatía, la solidaridad y el compromiso. Su reconocimiento en la categoría Felicidad destacó su trayectoria como médico, conferenciante y autor, centrado en el poder de la actitud positiva y la transformación interior.

Raquel Perera fue una de las asistentes destacadas a la gala de los Premios Dona2 2025. Psicóloga y empresaria, la exmujer de Alejandro Sanz, acudió al evento en apoyo a la causa de la discapacidad y la inclusión, compartiendo espacio con figuras como la infanta Elena, Fabiola Martínez y los hijos de Bertín Osborne. «Ramillete de valores que hace que uno siga creyendo en el ser humano. Increíble noche», escribió en sus redes sociales.

La comunicadora y creadora digital Tamara Gorro fue reconocida con el Premio Orgullo, en una noche marcada por la emoción y el compromiso social. En sus redes sociales, compartió un mensaje profundamente personal al dedicar el galardón a su hija Valeria, a quien definió como su mayor inspiración: “Me enseñó que el orgullo no es alzar la barbilla, sino mantener la sonrisa cuando todo empuja a bajarla”. Tamara destacó la fuerza de las historias que conoció durante el evento, describiéndolas como “vidas rotas que se cosen con hilos de coraje” y agradeció a su comunidad virtual por compartir sus propias batallas, reconociendo que ese gesto también contribuye a construir un mundo mejor. Su testimonio reforzó el espíritu de la gala: celebrar la resiliencia, la empatía y el poder transformador de la esperanza.