Comodidad y respeto
Durante su visita a Valdesoto, parroquia asturiana galardonada con el 36º Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias, la Familia Real apostó por estilismos funcionales, sobrios y perfectamente adaptados al entorno rural y al clima fresco de finales de octubre. En una jornada marcada por la emoción, la cercanía y el reconocimiento institucional, los Reyes y sus hijas demostraron que la elegancia puede convivir con la comodidad y el respeto por el contexto local.
Reina Letizia: sofisticación práctica con sello personal
La reina Letizia volvió a demostrar su maestría en la elección de estilismos que combinan elegancia, funcionalidad y respeto por el entorno. Para esta jornada de campo y cercanía institucional, apostó por un conjunto de inspiración workwear, encabezado por una chaqueta corta azul marino de Sezane, con líneas depuradas, cuello camisero y bolsillos frontales que aportaban estructura sin rigidez. La prenda, de estética utilitaria pero refinada, se convirtió en el eje de un look pensado para moverse con soltura entre caminos rurales, saludos vecinales y actividades al aire libre.
Vaquero acampanado y mocasines
La Reina completó el conjunto con vaqueros oscuros de corte acampanado, un guiño a la moda setentera que ella ha recuperado con frecuencia en sus apariciones más relajadas. Este tipo de pantalón, además de estilizar la figura, permite una movilidad cómoda y aporta un aire desenfadado sin perder sofisticación. Como calzado, eligió unos mocasines Soe en color alpaca, con cordones, forro en lana de cordero merino y suela ultraligera de la firma Pedro García. Un calzado resistente y discreto, ideal para recorrer on suela de goma, resistentes y discretas, ideales para recorrer los senderos de Valdesoto sin renunciar al estilo.
Gabardina beige
Para completar el conjunto, Letizia llevó una gabardina clásica en tono beige, que se puso en un momento de la visita ante el clima asturiano y se ajustó con un cinturón anudado. La prenda presentaba un diseño clásico con cuello camisero, botonadura frontal y bolsillos laterales, confeccionada en tejido ligero pero resistente, ideal para un día de campo en Asturias. El tono neutro de la gabardina armonizaba con las botas beige de suela gruesa y contrastaba con los vaqueros oscuros de corte acampanado, creando un equilibrio cromático entre funcionalidad y sofisticación.
Marcas sostenibles y diseño europeo
El cabello suelto, ligeramente ondulado, y el maquillaje natural —centrado en una piel luminosa y labios en tono nude— reforzaron su imagen de reina cercana, funcional y elegante, en perfecta sintonía con el espíritu de la jornada. El conjunto, al que añadió una bufanda azul para proteger el cuello, equilibró sobriedad y estilo, mostrando una vez más su capacidad para adaptar el protocolo a cada contexto sin perder identidad. Letizia volvió a apostar por marcas sostenibles y diseño europeo, reafirmando su compromiso con la moda consciente y el apoyo a firmas emergentes. En Valdesoto, su presencia fue tan impecable como accesible, reflejo de una monarquía que sabe caminar al ritmo de su gente.
Princesa Leonor: madurez estilística con guiños retro
La princesa Leonor volvió a demostrar su creciente dominio del lenguaje estilístico institucional, con un conjunto que equilibraba juventud, funcionalidad y elegancia. Su elección de un mono vaquero oscuro con pata de elefante de Ramsos marcó un guiño claro a la estética setentera, reinterpretada con sobriedad y estructura. El diseño, de corte limpio y silueta alargada, aportaba dinamismo y modernidad, sin perder el carácter práctico que exige una jornada de campo y cercanía.
Chaqueta de ante marrón
Sobre esta base, Leonor incorporó una chaqueta larga de ante marrón de Monpiel, pieza clave que añadía textura, profundidad cromática y un aire cálido al conjunto. El ante, material noble y tradicional, reforzaba la conexión con el entorno rural asturiano, mientras que el corte recto y los detalles discretos mantenían la coherencia con su papel institucional.
Botines gallegos
Como calzado, la Princesa incorporó una firma gallega a su armario: botines Amandi de LMDI Collection, en serraje camel con un sutil toque cowboy y tacón cómodo de cinco centímetros. Este detalle aportó altura y estabilidad, en sintonía con el carácter práctico del conjunto. En cuanto a los complementos, recuperó sus pendientes de aro dorado de CXC, el anillo Gravity de PdPaola y su ya habitual piercing con diamante, consolidando una estética personal que combina juventud y madurez.
Representó a toda una generación
El peinado —una coleta baja— y el maquillaje natural completaron un estilismo que reflejaba una evolución clara hacia una imagen institucional sobria, consciente y adaptada al contexto. En Valdesoto, Leonor no sólo representó a la Corona, sino también a una generación que entiende la moda como expresión de respeto, identidad y cercanía.
Infanta Sofía: frescura y estilo relajado
La infanta Sofía apostó por un estilismo relajado y perfectamente adaptado al entorno rural, reafirmando su inclinación por la moda funcional con toques contemporáneos. Su elección reflejó una estética juvenil, cómoda y coherente con la imagen familiar, en una jornada marcada por la cercanía institucional y el contacto directo con los vecinos.
Chaqueta de lana gris
La pieza central del conjunto fue una chaqueta gris de lana de estilo parisino, ligeramente oversize, con corte amplio, solapas marcadas, bolsillos frontales y cierre de botones. Esta prenda aportó estructura y volumen sin perder ligereza, ideal para una jornada al aire libre en pleno otoño asturiano. Debajo, Sofía llevó un jersey blanco fino, básico y atemporal, que añadía luminosidad y equilibrio al conjunto.
Vaqueros anchos y botas negras
En lugar de pantalones rectos en gris claro, como se había interpretado inicialmente, la Infanta optó por vaqueros anchos en tono medio, más claro que los de la reina Letizia y el mono de Leonor, lo que reforzó la armonía cromática entre las tres. El conjunto se completó con botas negras de caña baja, prácticas y versátiles, que aportaban contraste y funcionalidad.
Estilo juvenil y consciente
El cabello suelto con raya al medio y el gesto relajado reforzaron una imagen natural y cercana, en sintonía con el espíritu de la jornada. Su estilismo, aunque más informal que el de sus familiares, mantuvo la coherencia visual del grupo, mostrando una complicidad estilística que se ha consolidado en sus apariciones públicas.
La elección de Sofía no solo respondió a criterios estéticos, sino también simbólicos: prendas cómodas, tonos neutros y diseño nacional, en un conjunto que refleja su integración en los compromisos institucionales sin perder espontaneidad. En Valdesoto, la Infanta reafirmó su estilo propio: juvenil, consciente y perfectamente adaptado al contexto rural asturiano.
El estilo rural-chic del rey Felipe VI
El rey Felipe VI mantuvo su línea estilística habitual: discreta, funcional y perfectamente adaptada al contexto rural. En la imagen, se le ve luciendo una chaqueta impermeable negra de corte recto, sin adornos ni logos visibles, ideal para una jornada al aire libre marcada por la humedad y el contacto directo con los vecinos. La prenda, de estética técnica pero sobria, refleja su preferencia por piezas versátiles que combinan protocolo y comodidad.
Vaqueros oscuros
Debajo, el monarca llevó una camisa blanca clásica, ligeramente abierta en el cuello, que aportaba luminosidad y contraste al conjunto. El equilibrio entre la formalidad de la camisa y la practicidad de la chaqueta reforzó su imagen de cercanía institucional, sin excesos ni rigidez. Completó el look con unos vaqueros oscuros, una elección poco habitual en actos tan protocolarios, pero perfectamente coherente con la naturaleza de la visita: real, accesible, cercana.
Bastón de madera
El Rey sostuvo un bastón de madera, símbolo de cortesía y respeto en actos públicos, que también aportaba un toque de sobriedad ceremonial. Su presencia, junto a la Reina y sus hijas, consolidó una imagen de unidad familiar y compromiso con las tradiciones asturianas, en una jornada donde el vestuario fue también una declaración de respeto por el entorno y sus gentes.
Cercanía y sobriedad
El resultado fue una imagen de cercanía y sobriedad. El rey mantuvo su papel institucional con un look adaptado a una jornada que incluía contacto directo con la comunidad, recorridos al aire libre y actividades tradicionales en un entorno rural. Esta combinación estilística lo posiciona como un monarca que equilibra su función de Estado con la capacidad de adaptarse al momento y al lugar.
Protocolo, cercanía y sensibilidad
La visita a Valdesoto no sólo fue un homenaje a la comunidad galardonada, sino también una muestra de cómo la Familia Real adapta sus estilismos a cada contexto, combinando protocolo, cercanía y sensibilidad territorial. En esta edición, los tonos tierra, los tejidos cálidos y los cortes funcionales marcaron una estética otoñal que acompañó con acierto el espíritu de la jornada.
Comodidad y respeto
Durante su visita a Valdesoto, parroquia asturiana galardonada con el 36º Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias, la Familia Real apostó por estilismos funcionales, sobrios y perfectamente adaptados al entorno rural y al clima fresco de finales de octubre. En una jornada marcada por la emoción, la cercanía y el reconocimiento institucional, los Reyes y sus hijas demostraron que la elegancia puede convivir con la comodidad y el respeto por el contexto local.