Unidad visual y elegancia contenida
La Familia Real apostó por estilismos sobrios, coordinados y con guiños cromáticos que reforzaron su imagen institucional y proyectaron elegancia contenida durante los actos de los Premios Princesa de Asturias 2025: la audiencia con los galardonados, celebrada en el Hotel de la Reconquista de Oviedo; los Premios Fin de Grado de la Universidad de Oviedo y la audiencia con los ganadores de las Medallas de Asturias e Hijos Predilectos.
Reina Letizia: sastrería gris con sello Mango
La reina Letizia volvió a apostar por la sastrería como lenguaje visual de autoridad, sobriedad y elegancia funcional. Para la ocasión, eligió un traje sastre gris claro de Mango, compuesto por una blazer entallada de doble botonadura y pantalón recto de tiro alto, en una propuesta de líneas limpias y corte clásico que reforzaba su imagen institucional.
Serenidad y profesionalismo
La chaqueta, con solapas marcadas y botonadura negra, aportaba estructura al conjunto, mientras que el pantalón fluido equilibraba la silueta con movimiento y verticalidad. El tono gris claro, lejos de resultar neutro, proyectaba serenidad y profesionalismo, en sintonía con el carácter solemne del acto. Bajo la chaqueta, Letizia incorporó un top negro de cuello redondo, que aportaba contraste y profundidad cromática.
Complementos clásicos
Como complementos, la reina optó por sus ya icónicos zapatos tipo babies de Sézane, modelo Paula, en charol negro, con doble tira y tacón medio, ideales para jornadas prolongadas. Y, como no, su más icónico todavía bolso Doma Insignia Satchel de Carolina Herrera.
Diseño nacional
El peinado suelto con raya lateral y el maquillaje natural completaban una imagen serena, pulida y perfectamente alineada con el tono del encuentro. En conjunto, el estilismo proyectaba una elegancia contenida, moderna y coherente, reafirmando el papel de Letizia como figura central en la narrativa visual de la Casa Real. La elección de Mango, firma española de alcance internacional, también reforzaba el compromiso con el diseño nacional en actos de relevancia institucional.
Princesa Leonor: azul marino en clave Hugo Boss
La princesa Leonor reafirmó su apuesta por la sastrería contemporánea como símbolo de madurez, funcionalidad y compromiso institucional. Para la ocasión, repitió el traje azul marino de Hugo Boss que ya había lucido en Navarra, una elección que refuerza la idea de continuidad estilística y sostenibilidad visual en su armario oficial.
Profundo y sobrio
El conjunto estaba compuesto por una chaqueta cruzada de solapas amplias, ligeramente estructurada, que aportaba presencia sin rigidez, y un pantalón fluido de corte recto, que equilibraba la silueta con naturalidad y movimiento. El tono azul marino, profundo y sobrio, se alinea con los códigos cromáticos de la ceremonia y con el estilismo elegido por el rey Felipe VI, reforzando la imagen de cohesión familiar.
Sastrería juvenil
Leonor lo combinó con un top al tono, sin adornos ni contrastes, que mantenía la línea monocromática del conjunto. Como calzado, optó por zapatos de tacón medio en tono oscuro, cómodos y discretos, adecuados para una jornada de actos institucionales. El peinado —melena semirrecogida con ondas suaves— aportaba frescura y naturalidad, mientras que el maquillaje neutro reforzaba su imagen de sobriedad juvenil.
Estilo elegante sin artificios
La elección de Hugo Boss, firma que representa la sastrería moderna con enfoque funcional, consolida el estilo de Leonor como heredera: elegante, firme y sin artificios, con guiños a la estética profesional y una clara intención de proyectar madurez sin perder cercanía. En conjunto, el estilismo reafirma su papel institucional y su evolución como figura pública con voz visual propia.
Infanta Sofía: el toque vibrante en rojo
La infanta Sofía apostó por un estilismo que rompía con la paleta sobria del resto de la Familia Real, aportando un contraste cromático vibrante y perfectamente calculado. Eligió un traje pantalón rojo de Tommy Hilfiger, compuesto por una americana entallada con doble botonadura dorada y un pantalón de pinzas de corte recto, que combinó con un top nude sin mangas y bailarinas beige destalonadas, en una propuesta que equilibraba estructura y frescura.
Energía y determinación
El rojo, color asociado a la energía, la determinación y la juventud, funcionó como elemento diferenciador dentro de una imagen familiar marcada por los tonos neutros y azulados. La americana, con hombros definidos y cintura marcada, proyectaba una silueta firme y elegante, mientras que el pantalón aportaba comodidad y verticalidad, ideal para un acto de carácter institucional.
Figura emergente
El estilismo se completaba con un maquillaje natural, labios ligeramente rosados y melena suelta con raya al medio, en línea con su estética habitual: sencilla, moderna y sin artificios. La elección de Tommy Hilfiger, firma que combina tradición americana y códigos juveniles, reforzaba su identidad visual como figura emergente dentro de la Casa Real.
La infanta Sofía llevó bailarinas destalonadas en color nude. Este calzado, plano y discreto, completaba su traje rojo de Tommy Hilfiger con un toque juvenil y funcional, en sintonía con su estilo habitual y el carácter institucional del acto.
Bailarinas en nude
La infanta Sofía llevó bailarinas destalonadas en color nude. Este calzado, plano y discreto, completaba su traje rojo de Tommy Hilfiger con un toque juvenil y funcional, en sintonía con su estilo habitual y el carácter institucional del acto.
Madurez creciente
En conjunto, Sofía proyectó una imagen de seguridad, estilo propio y madurez creciente, consolidando su presencia pública con un look que, sin romper la armonía institucional, introdujo un matiz de vitalidad y personalidad. Un gesto visual que confirma su evolución estilística y su capacidad para destacar con elegancia en contextos formales.
Rey Felipe VI: discreción clásica
El rey Felipe VI mantuvo su línea estilística tradicional, pero introdujo un matiz cromático que aportó frescura y diferenciación dentro del conjunto familiar. En lugar del habitual traje azul marino, el monarca lució un traje gris medio de doble botonadura, con patrón de cuadros discretos, que proyectaba una imagen de elegancia sobria y refinada.
Corbata malva
La chaqueta, de corte clásico y hombros estructurados, aportaba presencia sin rigidez, mientras que el pantalón a juego mantenía la verticalidad y el equilibrio visual del conjunto. Bajo el traje, el rey llevó una camisa clara de cuello italiano, impecablemente planchada, y una corbata en tono malva claro, lisa y de textura satinada, que introducía un toque cromático inesperado pero perfectamente integrado en el contexto formal del acto.
Porte sereno
El conjunto se completaba con zapatos negros de piel y su característico porte sereno, reforzando la imagen de estabilidad institucional. El peinado corto y la barba perfectamente recortada añadían sobriedad y pulcritud al conjunto, en línea con su rol como figura de referencia.
Liderazgo sereno
Este giro hacia el gris, frente al azul marino habitual, permitió al monarca diferenciarse visualmente sin romper la armonía cromática familiar, ya que los tonos neutros de Letizia y los azules de Leonor y Sofía se complementaban con esta elección. En conjunto, el estilismo de Felipe VI proyectó una imagen de discreción, elegancia contenida y liderazgo sereno, en una jornada clave para la proyección pública de la Casa Real.
Imagen institucional
La Familia Real apostó por una estética coordinada y simbólica, con trajes sastre en distintas tonalidades que proyectaron modernidad, institucionalidad y cohesión familiar. Letizia, Leonor y Sofía reinterpretaron el traje desde sus estilos personales, mientras que Felipe VI mantuvo su línea clásica, consolidando una imagen de elegancia sobria y representativa.
Unidad visual y elegancia contenida
La Familia Real apostó por estilismos sobrios, coordinados y con guiños cromáticos que reforzaron su imagen institucional y proyectaron elegancia contenida durante los actos de los Premios Princesa de Asturias 2025: la audiencia con los galardonados, celebrada en el Hotel de la Reconquista de Oviedo; los Premios Fin de Grado de la Universidad de Oviedo y la audiencia con los ganadores de las Medallas de Asturias e Hijos Predilectos.