Recepción en el Palacio Real
Como cada 12 de octubre, la Familia Real presidió los actos conmemorativos del Día de la Fiesta Nacional en Madrid, que comenzaron con el desfile militar en el Paseo de la Castellana y concluyeron con la tradicional recepción en el Palacio Real.
                                            Desfile de las Fuerzas Armadas
Este año, la jornada tuvo un carácter especialmente simbólico: por primera vez desde 2020, los Reyes acudieron acompañados por sus dos hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, ofreciendo una imagen de unidad institucional muy esperada.
                                            Reina Letizia: sobriedad cromática y sofisticación textil
La Reina Letizia apostó por un vestido de tweed verde pino de Maje, de corte midi, cuello cerrado y manga tres cuartos, que destacaba por su estructura ajustada (gracias a un pequeño cinturón negro) y su textura rica, ideal para una jornada institucional de otoño. El diseño, sin estridencias, transmitía sobriedad y elegancia, en línea con su estilo habitual en actos oficiales.
                                            Pendientes de esmeraldas
Como complementos, eligió unos pendientes largos de esmeraldas de Tous, regalo por su 50 cumpleaños, que aportaban luz y color sin romper la armonía cromática del conjunto.
                                            Slingbacks negros
En los pies, lució unos slingbacks de tacón de aguja, en negro, de Massimo Dutti, que añadían un toque contemporáneo al estilismo.
                                            Bolso de Carolina Herrera
El bolso negro de Carolina Herrera (el modelo Victoria Insignia), de líneas estructuradas, completaba el look con discreción y funcionalidad. La Reina mantuvo su melena suelta con ondas suaves y un maquillaje natural, centrado en tonos tierra y labios nude.
                                            Referente de moda
El resultado fue una declaración de estilo institucional, con guiños a la moda española y una lectura visual que refuerza su papel como referente de sofisticación y coherencia estética dentro de la monarquía europea.
                                            Infanta Sofía: debut en recepción y estilo juvenil
La Infanta Sofía reapareció en el desfile tras cuatro años de ausencia y debutó en el besamanos del Palacio Real, donde saludó a más de 1.500 invitados.
                                            Vestido de lunares y capa negra
Para la ocasión, eligió un vestido negro de lunares blancos, firmado por Carolina Herrera, con mangas semitransparentes y corte recto, que combinó con una capa larga negra de paño.
                                            Guiños al estilo de su madre
El conjunto, sobrio y juvenil, reflejaba una estética elegante con guiños al estilo de su madre. Como detalle distintivo, incorporó un cinturón de terciopelo negro, que marcaba la cintura y aportaba estructura al look.
                                            Cabello suelto
Sofía llevó el cabello suelto con ondas suaves y un maquillaje natural, con énfasis en los ojos. No se observaron joyas llamativas, en coherencia con su perfil discreto y su edad.
                                            Cercanía
Su actitud fue cercana y espontánea, con gestos de complicidad hacia la Reina Letizia y su hermana Leonor. A pesar de una sonrisa nerviosa captada por las cámaras tras el himno, demostró soltura y naturalidad en su regreso a los actos oficiales.
                                            Princesa Leonor: porte militar y emoción contenida
La Princesa de Asturias lució el uniforme de gala de alférez del Ejército del Aire, correspondiente a su rango como alumna de tercer año en la Academia General del Aire y del Espacio.
                                            Uniforme de alférez
El conjunto incluía chaqueta azul marino con insignias, pantalón recto, guantes blancos y la banda de la Real Orden de Carlos III, que subrayaba su papel como heredera al trono.
                                            Homenaje a los caídos
Su porte fue firme y sereno, con gestos contenidos y una actitud respetuosa durante todo el desfile. La imagen de Leonor descendiendo de la tribuna junto a su padre para depositar la corona de laurel ante la bandera fue uno de los momentos más solemnes de la jornada.
                                            Según el protocolo militar
Leonor no llevó joyas ni accesorios visibles, en coherencia con el protocolo militar. Su recogido bajo y maquillaje discreto completaban un estilismo sobrio, centrado en el mensaje institucional y en su rol como futura jefa de Estado.
                                            Rey Felipe VI: impecable en uniforme de gala
El Rey Felipe VI presidió los actos del Día de la Fiesta Nacional con la solemnidad y elegancia que caracteriza a esta jornada. Para el desfile militar celebrado en el Paseo de la Castellana, el monarca lució el uniforme de gala de capitán general del Ejército de la Armada, en tono azul marino, con charreteras doradas, fajín rojo y la banda de la Orden de Carlos III.
                                            Jefe de las Fuerzas Armadas
El atuendo, completado con la gorra de plato y diversas condecoraciones, proyectaba una imagen de autoridad, respeto institucional y tradición, recordando su papel como jefe supremo de las Fuerzas Armadas.
cabra de la legion
                                            Respeto y cercanía
Durante el desfile, protagonizó un momento curioso cuando el ala de su gorra cayó levemente, impidiéndole ver con claridad el paso de la Patrulla Acrobática. El monarca resolvió la situación con una sonrisa y un gesto sutil de cabeza, que fue captado por las cámaras y comentado en redes sociales.
                                            Traje oscuro de corte clásico
Para la recepción posterior en el Palacio Real, el Rey optó por un traje oscuro de corte clásico, acompañado de camisa blanca, corbata granate y zapatos negros de piel, un conjunto sobrio y diplomático que reflejaba el tono institucional del encuentro. En esta ocasión, Felipe VI saludó a representantes políticos, militares y civiles en un ambiente más distendido, pero igualmente protocolario.
Recepción en el Palacio Real
Como cada 12 de octubre, la Familia Real presidió los actos conmemorativos del Día de la Fiesta Nacional en Madrid, que comenzaron con el desfile militar en el Paseo de la Castellana y concluyeron con la tradicional recepción en el Palacio Real.