
Erupción del Etna en febrero de 2025: un espectáculo natural que ha cautivado al mundo
El 8 de febrero de 2025, el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) de Italia reportó signos de actividad inusual en el Monte Etna, uno de los volcanes más activos del mundo. Poco después, el volcán siciliano comenzó a mostrar una serie de explosiones, emisiones de ceniza y flujos de lava que sorprendieron tanto a científicos como a observadores locales.

Un espectáculo visual impresionante
El 13 de febrero, el satélite Landsat 8 capturó imágenes del Etna en erupción, mostrando flujos de lava descendiendo por las laderas nevadas del volcán. Estas imágenes, combinadas con señales infrarrojas, permitieron identificar la firma térmica de la lava en el paisaje cubierto de nieve, creando un contraste visual impresionante.

Impacto en la región y medidas de seguridad
La actividad volcánica generó columnas de ceniza que se desplazaron hacia el noreste, afectando la calidad del aire y la visibilidad en áreas cercanas. El aeropuerto de Catania, ubicado a unos 30 kilómetros del Etna, desvió vuelos debido a las condiciones peligrosas. Además, las autoridades elevaron el código de color de la aviación a naranja el 13 de febrero, indicando un nivel de preocupación significativo.

Afluencia de turistas y preocupaciones de seguridad
Hasta el momento la erupción ha atraído a miles de turistas y excursionistas que se acercaron al Etna para presenciar el fenómeno natural. Sin embargo, muchos de ellos se aventuraron sin el equipo adecuado y se acercaron peligrosamente a las zonas de erupción. Las autoridades locales han expresado su preocupación por el comportamiento imprudente de los visitantes, especialmente ante la presencia de niebla repentina y bajas temperaturas nocturnas que aumentaban el riesgo de accidentes.

Un recordatorio de la fuerza de la naturaleza
La erupción del Etna en febrero de 2025 sirve como un recordatorio de la impredecible y poderosa naturaleza de los volcanes. Aunque el espectáculo visual es impresionante, también es importante recordar que hay que seguir las recomendaciones de las autoridades y mantener una distancia segura de las áreas afectadas para garantizar la seguridad de todos.

El Etna, un volcán siempre despierto
La actividad en el Etna ha estado de lo más activa, al menos durante los últimos 2.000 años. En 1928 tuvo lugar la última erupción, y la primera desde 1669, que destruyera un pueblo con habitantes, aunque no han sido pocas las erupciones desde entonces, aunque menos agresivas.

Erupción del Etna en 2021
En la erupción de 1971, la lava enterró el observatorio del monte y se llevó por delante la primera generación de funiculares que había tenido. En la erupción que duró de 1991 a 1993 un flujo de lava amenazó la seguridad de Zafferana, pero finalmente tras muchos esfuerzos por desviarla por parte de las autoridades solo se perdió un edificio que estaba a unos cientos de metros de la población.

El Etna en 2024
Mas recientemente, aunque sin pérdidas y dejando simplemente una imagen espectacular, el Etna ha erupcionado en 2018 y hasta en dos ocasiones en 2020 y en 2021. La última vez que el volcán entró en erupción fue en julio del pasado 2024.