La boda de Victoria López-Quesada y Enrique Moreno de la Cova se celebró recientemente en la finca Soto de Mozanaque, en Algete, Madrid, y ha sido uno de los eventos más destacados del año. La ceremonia reunió a numerosos miembros de la realeza y la aristocracia española, convirtiéndose en un verdadero acontecimiento social.
Entre los asistentes más notables se encontraban el rey Felipe VI, su madre la reina Sofía, y sus hermanas, las infantas Elena y Cristina, quienes destacaron por su presencia y cercanía con la familia de la novia. Victoria López-Quesada, hija de Cristina de Borbón-Dos Sicilias y Pedro López-Quesada, es ahijada del rey Felipe VI, lo que subraya la importancia de este evento para la familia real.

La ceremonia fue un despliegue de elegancia y tradición. Victoria lució un vestido de novia diseñado por Lorenzo Caprile, conocido por su estilo clásico y atemporal. El vestido estaba complementado con una tiara de botones de diamantes, una joya familiar que ha sido utilizada por varias generaciones. Además, la novia llevó un velo de encaje antiguo que perteneció a su abuela, la princesa Ana de Orleans.
El evento no solo destacó por la presencia de la realeza, sino también por la asistencia de figuras prominentes de la aristocracia española. Entre ellos se encontraban los duques de Calabria, Pedro de Borbón Dos Sicilias y su esposa Sofía Landaluce, así como los condes de Osorno, Carlos Fitz-James Stuart y Belén Corsini. La boda fue una oportunidad para que estas familias estrecharan lazos y celebraran juntos este importante acontecimiento.
La celebración continuó con una recepción en la misma finca, donde los invitados disfrutaron de una velada llena de música, baile y buena comida. La atmósfera fue de alegría y camaradería, reflejando la importancia de la ocasión para todos los presentes.