Un ciclón bomba, un fenómeno meteorológico extremo caracterizado por una rápida disminución de la presión atmosférica, está azotando la costa oeste de Estados Unidos, causando estragos en varios estados como California, Oregón y Washington. Este evento, alimentado por un río atmosférico cargado de humedad desde el Pacífico, ha generado condiciones climáticas severas que incluyen lluvias torrenciales, vientos huracanados y nevadas intensas en las montañas.
Se han registrado ráfagas de hasta 112 km/h, especialmente en áreas montañosas y costeras. Estas condiciones han causado cortes de energía y bloqueos de carreteras debido a la caída de árboles y postes eléctricos.
La precipitación acumulada supera los 180 mm en algunas regiones, lo que ha generado inundaciones significativas en carreteras y ríos. Las autoridades han emitido alertas para que los residentes de zonas vulnerables tomen precauciones.
En las montañas como Sierra Nevada, se espera que la nieve supere los 60 cm en altitudes mayores a 4.000 pies. Esto ha complicado aún más el transporte y la logística en la región.
Más de 600,000 personas han sido afectadas por apagones y desbordamientos de ríos en áreas críticas. Las autoridades locales y federales han desplegado equipos de emergencia para gestionar evacuaciones y rescates en zonas de riesgo. Además, los meteorólogos advierten que las condiciones podrían persistir hasta el fin de semana, afectando el tránsito y las actividades económicas.
Este ciclón bomba es un ejemplo de los fenómenos meteorológicos extremos que se han vuelto más frecuentes debido al cambio climático. Según los expertos, la interacción de este tipo de ciclones con ríos atmosféricos incrementa la intensidad de las tormentas, exacerbando sus efectos destructivos.
Las autoridades han instado a los residentes a mantenerse informados a través de las actualizaciones meteorológicas, evitar desplazamientos innecesarios y tener provisiones esenciales. También se recomienda revisar las condiciones de las viviendas y asegurar techos y ventanas para minimizar los daños.
Este ciclón es un recordatorio de la importancia de fortalecer la infraestructura y desarrollar estrategias de adaptación frente a los eventos climáticos extremos que podrían intensificarse en los próximos años.