Ucrania se encuentra en estado de alerta máxima tras sufrir un ataque masivo por parte de Rusia, que ha afectado a 15 regiones del país. Durante la madrugada del lunes, las fuerzas rusas lanzaron una serie de misiles y drones que impactaron en infraestructuras energéticas clave, causando cortes de electricidad en varias zonas, incluyendo la capital, Kiev.
El primer ministro ucraniano, Denis Shmihal, informó que el ataque ha dejado al menos tres civiles muertos y varios heridos. Las ciudades de Lutsk, Dnipropetrovsk y Zaporiyia fueron algunas de las más afectadas, con daños significativos en edificios residenciales y otras infraestructuras. En Lutsk, un proyectil ruso impactó en una infraestructura crítica, resultando en la muerte de un civil y causando daños extensos.
La situación en Kiev es especialmente tensa, con el sonido de explosiones resonando en el centro de la ciudad durante la hora punta de la mañana. Las autoridades locales han implementado cortes de emergencia en el suministro eléctrico para gestionar los daños causados por los ataques. Además, la fuerza aérea ucraniana ha advertido a la población sobre la presencia de 11 bombarderos estratégicos TU-95 rusos en el aire, lo que sugiere la posibilidad de nuevos ataques.
Este ataque masivo se produce en un contexto de creciente tensión en la región, con Ucrania alertando sobre la acumulación de tropas bielorrusas en su frontera norte. La comunidad internacional ha condenado enérgicamente estos ataques, y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha instado a sus aliados a proporcionar más apoyo militar para defender al país.
