Tragedia en Corea del Sur: 179 muertos y solo dos supervivientes en el peor accidente aéreo del país de la historia

El suceso tuvo lugar en la mañana del 29 de diciembre, hora local.

El vuelo 7C2216 de la aerolínea surcoreana Jeju Air sufrió un trágico accidente este domingo en el aeropuerto de Muan, en el suroeste de Corea del Sur, que resultó en la muerte de 179 personas y dejó solo dos supervivientes. Este siniestro, el más grave en la historia de la aviación civil surcoreana, ocurrió alrededor de las 09:03 hora local, cuando el Boeing 737-800 que había partido horas antes desde Bangkok, Tailandia, perdió el control tras aterrizar y se estrelló contra un muro, provocando una explosión devastadora.

El vuelo 7C2216, que transportaba a 181 personas, incluidos seis miembros de la tripulación, había despegado del Aeropuerto Internacional de Suvarnabhumi en Bangkok con destino a Muan. A bordo viajaban 175 pasajeros, 173 de ellos surcoreanos, en su mayoría personas que regresaban a casa tras disfrutar de unas vacaciones familiares en el sudeste asiático. Entre las víctimas se encontraba una familia de nueve personas, de cuatro generaciones distintas, que viajaban para celebrar el cumpleaños de un hombre de 78 años. Además, se reporta que entre los fallecidos había cinco menores de 10 años y nueve personas menores de 20 años.

Solo se ha localizado a dos supervivientes.

Según los informes, el avión aterrizó sin desplegar el tren de aterrizaje y, al no activar otros mecanismos de frenado, como los spoilers o el empuje inverso de los motores, terminó saliéndose de pista. Seis minutos antes de la tragedia, la torre de control de Muan emitió una alerta por riesgo aviario debido a la presencia de aves en el trayecto del vuelo. Dos minutos después de recibir la alerta, el capitán emitió un «mayday», pero el avión no logró aterrizar de manera segura. Algunos expertos sugieren que un posible fallo en un motor, causado por el impacto de un ave, podría haber sido un factor clave en el accidente.

El Boeing 737-800 que sufrió el accidente pertenecía a la aerolínea irlandesa Ryanair, que lo había alquilado a Jeju Air desde 2017. A pesar de que el avión tenía aproximadamente 15 años de antigüedad, no se había reportado ninguna falla importante en su historial. En cuanto a la tripulación, el capitán del vuelo, con 6.823 horas de vuelo, y el copiloto, con 1.650 horas, tenían experiencia suficiente en este tipo de aeronaves, lo que genera incertidumbre sobre la causa exacta del desastre. Las autoridades surcoreanas están investigando un posible defecto en la aeronave o en su mantenimiento, aunque se han centrado en el fallo del tren de aterrizaje y la colisión con el ave como factores primarios.

La mayor tragedia aérea de la historia del país.

Dos personas, ambas auxiliares de vuelo, han sido las únicas que han logrado sobrevivir al impacto y la explosión. El varón de 33 años, apellidado Lee, fue trasladado a un hospital de Seúl con varias fracturas y su estado es crítico, aunque consciente. La otra superviviente, una mujer de 25 años llamada Koo, también se encuentra hospitalizada con heridas en la cabeza y el tobillo. Según los bomberos que las rescataron, Koo relató que el avión comenzó a emitir humo de uno de los motores antes de la explosión. Los equipos de emergencia, que movilizaron a más de 2.800 personas, dieron por casi nulas las posibilidades de encontrar más sobrevivientes debido a la violencia del impacto y la posterior explosión.

Este trágico accidente se ha convertido en el peor de la historia de la aviación surcoreana, superando el siniestro de Korean Air de 1983, cuando un avión fue derribado por un caza soviético, y otro desastre de la misma aerolínea en 1997, cuando un avión se estrelló en la isla de Guam. En este nuevo caso, las autoridades surcoreanas han anunciado que las investigaciones podrían llevar varios meses, especialmente tras descubrir que una de las cajas negras, la grabadora de datos de vuelo, ha sufrido daños que retrasarán el análisis de la información. Mientras tanto, los esfuerzos continúan para identificar a las víctimas y contactar con sus familias.

El presidente interino de Corea del Sur, Choi Sang-mok, ha decretado una semana de luto nacional y visitó el lugar del accidente para ofrecer sus condolencias a las familias de las víctimas. El Ministerio de Transporte de Corea del Sur, junto con otras autoridades, sigue trabajando en la investigación para esclarecer las causas exactas del desastre, mientras el país llora la pérdida de 179 vidas. La aerolínea Jeju Air, por su parte, ha expresado su pesar y ha ofrecido su apoyo a los familiares de los fallecidos. Sin embargo, la gestión de la situación por parte de la aerolínea ha sido recibida con críticas, especialmente por el retraso en la llegada de su consejero delegado al lugar del accidente.

El impacto del vuelo 7C2216 ha dejado una profunda herida en la sociedad surcoreana, no solo por el alto número de víctimas, sino también por las tragedias personales que han marcado a tantas familias. Las autoridades continúan recopilando pruebas mientras el país guarda luto por uno de los peores desastres aéreos de su historia.