Hace 25 años, el 16 de julio de 1999, Estados Unidos vivió una de sus tragedias más impactantes con la muerte de John F. Kennedy Jr., su esposa Carolyn Bessette y su cuñada Lauren Bessette en un accidente aéreo. Este evento no solo conmocionó a la nación, sino que también reforzó la creencia en la llamada “maldición Kennedy”, una serie de infortunios que han perseguido a esta prominente familia americana.
John F. Kennedy Jr., conocido cariñosamente como John John, era el hijo del presidente John F. Kennedy y Jacqueline Kennedy Onassis. Desde su nacimiento, estuvo bajo el escrutinio público, y su vida estuvo marcada por la tragedia desde temprana edad, cuando su padre fue asesinado en 1963. A pesar de esto, John John creció para convertirse en un abogado, periodista y editor de la revista “George”, ganándose el cariño y la admiración del público por su carisma y atractivo.
El fatídico vuelo en el Piper Saratoga, pilotado por Kennedy, despegó de Nueva Jersey con destino a Martha’s Vineyard. Sin embargo, las condiciones de visibilidad eran malas debido a la niebla, y Kennedy, que tenía poca experiencia como piloto, perdió el control del avión. El aparato se estrelló en el océano Atlántico, y los restos fueron encontrados días después, junto con los cuerpos de los tres ocupantes.
La muerte de John F. Kennedy Jr. y Carolyn Bessette fue un golpe devastador para la familia Kennedy y para el público estadounidense. Carolyn, una ex publicista de Calvin Klein, era conocida por su elegancia y estilo, y su matrimonio con John John en 1996 había sido uno de los eventos sociales más destacados de la década. La pareja era vista como los “príncipes” de América, y su trágico final dejó un vacío en el corazón de muchos.