Este lunes, Rubén Baraja cerró una etapa significativa en su vida profesional al ser destituido como entrenador del Valencia CF, un club al que dedicó más de una década de su carrera, primero como jugador y luego como técnico. La noticia de su salida fue confirmada oficialmente, pero Baraja, en su carta de despedida, demostró que su vínculo con el club es más que una relación profesional; es una historia cargada de pasión, sacrificio y un amor profundo por el Valencia CF.
La carta que Baraja compartió a través de las redes sociales, que se convirtió rápidamente en un mensaje emotivo y de reflexión, deja claro el nivel de compromiso con el que afrontó su rol como entrenador. Desde el primer día de su llegada a Mestalla, hasta el último, Baraja afirmó haber dado lo mejor de sí mismo para superar las dificultades de un Valencia que atravesaba por una crisis deportiva. La permanencia del equipo en la Primera División, en la última jornada de la temporada 2022-2023, fue uno de los logros más significativos durante su tiempo como entrenador.

A pesar de los resultados que llevaron a su destitución, Baraja destacó que su compromiso nunca flaqueó. «Me he dejado el alma para ayudar al Valencia», expresó en su mensaje, enfatizando el esfuerzo titánico que supuso intentar revertir la situación deportiva del club. Aunque el equipo no logró las metas de la temporada en curso, Baraja subrayó su convicción de que la plantilla actual tiene el potencial para alcanzar sus objetivos, transmitiendo un mensaje de esperanza a los jugadores y a la afición.
El exentrenador también aprovechó la ocasión para manifestar su gratitud al valencianismo. «Gracias por la confianza puesta en mí para cumplir uno de mis sueños profesionales: entrenar al Valencia CF», escribió Baraja al inicio de la carta. Esta frase pone de manifiesto lo que representaba el club para él, un club que fue su casa durante tanto tiempo y que ocupó un lugar especial en su corazón. Para Baraja, ser el entrenador de su Valencia era más que un empleo; era un sueño hecho realidad. A pesar de las frustraciones y momentos difíciles, la dedicación fue inquebrantable.
El sentimiento de orgullo es evidente en sus palabras, en las que expresó que, aunque la situación actual sea dolorosa, siempre llevará al Valencia en su corazón. «En mi corazón ha estado, está y estará siempre el Valencia CF», declaró con una firmeza que refleja el amor profundo que siente por la institución. La frase «Hui més que mai, AMUNT Valencia!» (¡Hoy más que nunca, AMUNT Valencia!) al final de la carta, es una muestra de su fe en el club y su convicción de que el equipo superará las adversidades.
Baraja llegó al Valencia en febrero de 2023, en un momento de gran incertidumbre. El equipo se encontraba en puestos de descenso y la situación parecía desesperada. Sin embargo, el técnico vallisoletano consiguió una remontada impresionante que culminó con la salvación del equipo en la última jornada, cuando todo parecía indicar que el Valencia podría descender. Ese logro, sin duda, fue uno de los más destacados en su etapa como entrenador. Luego de esa hazaña, Baraja renovó su contrato con el club por dos años, convencido de que podía continuar con el proceso de reconstrucción de un equipo que, en su mayoría, había perdido el rumbo.

La temporada siguiente comenzó de manera prometedora, lo que llevó a los aficionados a soñar con un posible retorno a competiciones europeas. Sin embargo, a pesar del buen arranque y de algunos momentos de brillantez, la regularidad no estuvo de su lado. Aunque el equipo se mantuvo alejado de los puestos de descenso, no logró cumplir con las expectativas que se habían generado tras la renovación del contrato de Baraja. Esto culminó en su destitución en un momento en que el equipo ocupaba una de las últimas posiciones de la clasificación.
A pesar de la tristeza que podía haber sentido por la abrupta salida, Baraja no culpó a nadie por los malos resultados. En cambio, se centró en el legado emocional que dejó en Mestalla. Sabía que no había ningún técnico que hubiese estado más comprometido con el destino del Valencia que él mismo. La entrega fue absoluta, y su pasión por el club fue evidente en cada partido que dirigió.
La despedida de Baraja no es solo el final de una etapa como entrenador, sino también el cierre de un capítulo en la historia de un club que siempre tendrá un rincón especial para él. Su paso por el Valencia será recordado como un periodo de esfuerzos titánicos, de sacrificios y, sobre todo, de amor incondicional por unos colores.