Richard Gere, el eterno seductor de Hollywood, celebra su 75º cumpleaños el 31 de agosto. Nacido en 1949 en Filadelfia, Pensilvania, Gere ha dejado una huella imborrable en la industria cinematográfica con su carisma y talento. Desde sus inicios en el teatro hasta convertirse en una estrella internacional, su carrera ha sido un viaje fascinante lleno de éxitos y reconocimientos.
Gere comenzó su carrera en el teatro a finales de los años 60, destacando en producciones como “Grease” en Londres. Su salto al cine llegó en los años 70 con papeles en películas como “Looking for Mr. Goodbar” y “Days of Heaven”. Sin embargo, fue su interpretación en “American Gigolo” (1980) la que lo catapultó a la fama, estableciéndolo como un símbolo sexual y un actor de renombre.

A lo largo de las décadas, Gere ha protagonizado una serie de películas icónicas que han dejado una marca indeleble en el cine. Entre sus trabajos más destacados se encuentran “Oficial y caballero” (1982), “Pretty Woman” (1990), “Las dos caras de la verdad” (1996) y “Chicago” (2002), por la cual ganó un Globo de Oro. Su versatilidad como actor le ha permitido interpretar una amplia gama de personajes, desde el galán romántico hasta el abogado astuto.

Además de su carrera en el cine, Richard Gere es conocido por su activismo y su compromiso con diversas causas sociales. Es un ferviente defensor de los derechos humanos y ha trabajado incansablemente en apoyo del Tíbet y otras causas humanitarias. Su dedicación a estas causas le ha valido numerosos reconocimientos y premios a lo largo de los años.

En su vida personal, Gere ha tenido relaciones muy mediáticas, incluyendo su matrimonio con la supermodelo Cindy Crawford y su posterior matrimonio con la actriz Carey Lowell. Actualmente, está casado con la empresaria española Alejandra Silva, con quien tiene dos hijos.

A sus 75 años, Richard Gere sigue siendo una figura influyente en Hollywood y un ejemplo de cómo combinar una exitosa carrera artística con un compromiso profundo con causas sociales. Su legado en el cine y su trabajo humanitario continúan inspirando a generaciones de actores y activistas.