La isla de Formentera vivió ayer una jornada caótica debido al paso de una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), que dejó un rastro de destrucción en sus playas. Cerca de 40 barcos quedaron encallados en diferentes puntos de la isla, especialmente entre es Cavall d’en Borràs y Espalmador. Las imágenes capturadas por drones muestran la magnitud del desastre, con embarcaciones varadas y daños significativos en tierra.
El temporal, que duró aproximadamente una hora, también causó heridas a nueve personas, dos de ellas de gravedad, cuando su velero chocó contra las rocas en Cala Saona. Los servicios de emergencia actuaron rápidamente para rescatar a los heridos y trasladarlos al hospital de Formentera.
Además de los barcos encallados, el fuerte viento y el oleaje provocaron daños materiales en varias zonas de la isla. El tejado del restaurante Molí de Sal fue arrancado por el viento, y otros elementos del establecimiento quedaron esparcidos por los alrededores. La pasarela del Estany des Peix también sufrió daños considerables.
La presidenta balear, Marga Prohens, ha pedido máxima precaución y prudencia ante las condiciones meteorológicas adversas, y se ha prohibido la realización de actividades al aire libre debido a las lluvias intensas y tormentas. Salvamento Marítimo continúa buscando a un pescador desaparecido en la zona de La Mola, cuyo llaüt fue arrastrado por el temporal.
Este evento ha puesto de manifiesto la necesidad de una mayor regulación en el fondeo de embarcaciones alrededor de Formentera, ya que muchos de los barcos afectados estaban fondeados sin control. La comunidad local y los navegantes experimentados han expresado su preocupación por la permisividad en esta práctica, que ha contribuido al desastre.