La familia real de Mónaco asistió ayer al tradicional picnic anual del Principado, celebrado en el Parque Princesa Antoinette. Este evento marca el final del verano y el inicio del nuevo curso escolar, reuniendo a numerosos monegascos en un ambiente festivo y familiar.
El príncipe Alberto y la princesa Charlene estuvieron acompañados por sus hijos, los mellizos Jacques y Gabriella, quienes se convirtieron en el centro de atención con sus atuendos elegantes y su simpatía. Jacques, vestido con una camisa blanca, y Gabriella, con un coqueto vestido del mismo color, destacaron entre los asistentes, mostrando una vez más su creciente protagonismo en los eventos oficiales del Principado.
El picnic, conocido localmente como “U Cavagnëtu”, es una tradición que data de 1931 y que fue revitalizada en 1990. Este evento no solo celebra la cultura y las tradiciones monegascas, sino que también refuerza los lazos comunitarios entre los residentes del Principado. Durante la jornada, los asistentes disfrutaron de diversas actividades al aire libre, música y una gran variedad de platos típicos de la región.
La elección del Parque Princesa Antoinette como escenario del picnic añade un toque especial al evento, ya que este lugar es conocido por su belleza natural y su importancia histórica en Mónaco. La familia real, siempre cercana a sus ciudadanos, aprovechó la ocasión para interactuar con los asistentes, demostrando una vez más su compromiso con la comunidad monegasca.
Entre los invitados también se encontraban otros miembros de la familia Grimaldi, como Carlota Casiraghi y sus hijos, quienes disfrutaron del evento en compañía de sus primos. La presencia de la familia real en este tipo de eventos es una muestra de su deseo de mantener vivas las tradiciones y de su cercanía con el pueblo de Mónaco.