
La tensa disputa entre Blake Lively y Justin Baldoni ha dado un nuevo giro, con las últimas demandas relacionadas con denuncias de acoso sexual y una campaña de desprestigio en internet. A pesar de que Baldoni ha demandado a Lively por difamación, ahora son los jefes de relaciones públicas quienes se han convertido en protagonistas clave de esta disputa legal.
Stephanie Jones, la ex publicista de Baldoni, presentó una demanda por difamación e incumplimiento de contrato contra el actor y otros involucrados. Esta demanda ha dado paso a una serie de citaciones a empresas tecnológicas como WhatsApp, Signal y diversas plataformas de hosting, con el fin de obtener información sobre las comunicaciones y publicaciones anónimas que podrían estar relacionadas con el caso.

Los abogados de Jones han solicitado documentos y mensajes de texto para esclarecer quiénes fueron los responsables de filtrar información confidencial sobre las partes involucradas. Estas citaciones apuntan específicamente a descubrir la identidad de quienes estuvieron detrás de publicaciones y cuentas que afectaron la imagen de las partes implicadas.
Mientras la batalla legal se recrudece, Hollywood parece haberse posicionado, en su mayoría, con Blake Lively, que además ha recibido el apoyo de Sony a parte del de otros colegas actores. Por el lado contrario, Baldoni ha visto cómo su reputación se desploma. Además, sus representantes y copresentadores de podcasts han abandonado públicamente el barco.

La situación se complica aún más con acusaciones cruzadas entre las partes, especialmente sobre la participación de los publicistas en la filtración de información. Melissa Nathan y Jennifer Abel, involucradas en las acusaciones, defienden que Jones estaba al tanto de las acciones que se llevaron a cabo, lo que añade más tensión a este escándalo.
En medio de todo esto, los abogados de Jones aseguran que la información obtenida de las citaciones será crucial para el caso. Las acusaciones y demandas continúan, y el caso promete seguir evolucionando, con un fuerte componente mediático que provocará que interesados de todo el mundo sigan el que, sin duda, será una de las disputas judiciales más sonadss de este 2025.