Diplomacia y estilo
Los reyes de Bélgica, Felipe y Matilde, pasearon su amor por París durante la reciente visita de Estado que los monarcas realizaron a Francia. Su presencia capturó la atención de muchos debido a su combinación de diplomacia y estilo que los reyes de Bélgica han mostrado tanto en sus visitas como en los actos programados.
Visita de estado
Esta visita, la primera en dos décadas de un soberano belga, tuvo lugar del 14 al 16 de octubre de 2024, y fue recibida con gran entusiasmo por el presidente francés, Emmanuel Macron, y su esposa, Brigitte Macron, que acompañaron a los monarcas durante casi todos los actos de su estancia, como la visita que hicieron a la Ópera de París.
Ceremonia de bienvenida en el Arco del Triunfo
La pareja real belga, el Rey Felipe y la Reina Matilde, llegó a París en tren desde Bruselas y fueron recibidos por el Presidente Macron y su esposa, Brigitte Macron, en el Arco del Triunfo.
Encendido de la llama
Allí, los monarcas belgas y el presidente francés pasaron revista a las tropas y realizaron la tradicional ofrenda de flores y el encendido de la llama ante la tumba del Soldado Desconocido.
Los Reyes de Bélgica con el Primer Ministro francés
Matilde visitó la ópera del Palais Garnier para asistir a una clase de baile. También estuvo en el Hotel Matignon, residencia oficial del primer ministro de Francia con el rey Felipe, el Primer Ministro francés Michel Barnier y su esposa, Isabella Altmayer.
Noche dedicada al surrealismo en el Pompidou
Una de las noches acudieron a una cena organizada en el Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou, en el marco de una exposición dedicada al surrealismo. Este evento no solo destacó la rica herencia cultural de ambos países, sino que también permitió a los reyes interactuar con figuras destacadas de la sociedad francesa.
Visita al Ayuntamiento de París
Los reyes de Bélgica también fueron invitados por la alcaldesa Ana Hidalgo al Ayuntamiento de París. Y ese mismo día también visitaron la Sorbona, la célebre universidad parisina, en la que hicieron hincapié en las alianzas europeas y el futuro de los jóvenes.
Una relación muy sólida
Felipe y Matilde de Bélgica tienen una relación muy sólida y pública. Se conocieron en 1990 durante una fiesta en Bruselas. Felipe, que era príncipe heredero en ese momento, se enamoró de Matilde, una aristócrata belga y pedagoga de origen polaco. Se casaron el 4 de diciembre de 1999 en la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula en Bruselas.
Visitaron los lugares icónios de París
Además de los eventos oficiales, los reyes también tuvieron tiempo para disfrutar de la ciudad de París. Visitaron lugares icónicos como la Plaza de la Concordia y el Jardín de las Tullerías, y se sumergieron en la vibrante vida cultural de la capital francesa. La visita no solo fortaleció los lazos bilaterales, sino que también permitió a los reyes compartir un momento de descanso y disfrute en una ciudad que siempre ha sido un símbolo de amor y belleza.
Bodas de Plata en diciembre
Han estado casados durante más de 24 años y tienen cuatro hijos: Elisabeth, Gabriel, Emmanuel y Eleonore. Felipe y Matilde son conocidos por ser una pareja muy unida y comprometida con sus responsabilidades reales. Residen en el Castillo de Laeken en Bruselas, donde llevan una vida familiar equilibrada entre sus deberes oficiales y su vida privada. Felipe es conocido por su dedicación al trabajo y Matilde por su carácter dulce y preparado.
Una historia de amor moderna y romántica
La historia de amor de Felipe y Matilde de Bélgica es vista como moderna y romántica, y han sido un modelo de estabilidad y unidad desde que se casaron. Su matrimonio fue un evento muy significativo, ya que unió a una futura reina nacida como plebeya y al heredero al trono.
Priorizan la vida familiar
El rey Felipe, nacido el 15 de abril de 1960, y la reina Matilde, nacida el 20 de enero de 1973, han cultivado una familia cercana y compuesta por cuatro hijos: la princesa Elisabeth, duquesa de Brabante y heredera al trono; el príncipe Gabriel, el príncipe Emmanuel y la princesa Eléonore. A través de sus roles, han buscado ser modelos a seguir y han mantenido un fuerte compromiso con sus deberes reales mientras priorizan la vida familiar.
Compromiso con causas humanitarias
La reina Matilde es conocida por su compromiso con varias causas humanitarias, como la educación, la salud mental y el bienestar infantil. Además de ser madre de cuatro hijos, Matilde es una figura activa en la promoción de proyectos sociales y educativos. Es la presidenta honoraria de Unicef Bélgica y ha trabajado en diversas iniciativas para mejorar la vida de los menos afortunados tanto en Bélgica como en el extranjero.
Enfoque práctico
El rey Felipe asumió el trono el 21 de julio de 2013, tras la abdicación de su padre, el rey Alberto II. Desde entonces, ha desempeñado un papel importante en mantener la unidad del país, que está dividido entre las regiones de Flandes y Valonia. Felipe es conocido por su enfoque práctico y por trabajar incansablemente para promover la cohesión nacional y representar a Bélgica en la escena internacional.
Cercanos a los ciudadanos belgas
Felipe y Matilde han logrado equilibrar sus deberes oficiales con su vida familiar, manteniendo un perfil discreto cuando no están en funciones oficiales. Disfrutan de actividades simples como paseos y tiempo con sus hijos, lo que los ha hecho más accesibles y cercanos a los ciudadanos belgas. La educación de sus hijos también ha sido una prioridad, con un enfoque en proporcionarles una vida lo más normal posible.